El líder socialista ha anunciado su decisión de votar este martes a favor de la propuesta del grupo parlamentario de la Izquierda Plural, que pretende derogar la reforma constitucional aprobada durante el mandato de Zapatero. En septiembre de 2011, el Parlamento español aprobó por amplísima mayoría (316 votos a favor y 5 en contra) la modificación del art. 135 de la Carta Magna para garantizar la estabilidad presupuestaria y los derechos de los tenedores de deuda pública española. Sánchez ha tachado de "error" aquella reforma y ha anunciado que su primera iniciativa parlamentaria en el próximo periodo de sesiones será una modificación de este artículo para permitir un mayor déficit al objeto, según él, de "blindar los derechos sociales".
El secretario general del PSOE asume así una de las medidas estrella de Podemos, que ha cifrado en la reforma constitucional llevada a cabo en 2011 (además, sin referéndum previo) gran parte de los males que asolan a nuestra economía. Pedro Sánchez ha experimentado una conversión espontánea, porque en el momento en que se produjo esa modificación, a iniciativa del Gobierno socialista, sus opiniones sobre el déficit cero, la estabilidad presupuestaria y la necesidad de preservar la salud de las cuentas públicas eran radicalmente distintas.
En una entrevista para la revista Tiempo, publicada a comienzos de septiembre de 2011, Pedro Sánchez se mostró como el más firme defensor de la reforma exprés de la Constitución impulsada por Zapatero. No sólo por la necesidad de cumplir los compromisos formales con la Unión Europea, sino por el propio convencimiento de que la estabilidad presupuestaria es un principio básico para garantizar el futuro del país.
Sánchez, de hecho, consideraba entonces que "la estabilidad presupuestaria es de izquierdas" y que la reforma constitucional enviaría "un mensaje de confianza a nuestros inversores, de que somos un país que cumple con sus obligaciones", algo que ahora ha dejado de tener importancia a tenor de las últimas declaraciones del líder socialista.
Pedro Sánchez justificó también que la modificación del artículo 135 se hiciera sin consultar previamente a los españoles a través de un referéndum "sencillamente porque la reforma cuenta con el aval de la inmensa mayoría del Parlamento y también de la sociedad. Una sociedad que ve con buenos ojos que a la Constitución se incorpore un principio tan esencial como es el de la estabilidad presupuestaria".
Hace tan sólo tres años, el secretario general del PSOE iba más allá en su defensa de la moderación presupuestaria subrayando la sensatez de "un principio que los españoles aplican en el día a día de sus hogares, no gastar más de lo que uno tiene". Ahora, en cambio, al socaire del populismo de la formación de ultraizquierda que amenaza con arrebatarle gran parte de sus votantes, Pedro Sánchez considera que esos argumentos han perdido validez y que aquella operación fue un error que el PSOE va a corregir a la primera oportunidad.