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Así perfora el barco de Repsol el lecho marino canario

El buque Rowan Renaissance, dotado con tecnología punta para sondeos del lecho marino, inicia este martes las exploraciones.

El buque Rowan Renaissance, dotado con tecnología punta para sondeos del lecho marino, inicia este martes las exploraciones.

Este martes arrancan los polémicos sondeos en el lecho marino al oeste de las islas de Lanzarote y Fuerteventura a cargo de Repsol y para explorar la posibilidad de encontrar petróleo en aguas españolas. El barco de Repsol, Rowan Renaissence, se encuentra en la zona desde el pasado sábado y su plantilla incorporada al completo para empezar los trabajos.

El Rowan Renaissence, es el buque de última generación que empleará Repsol para las prospecciones en aguas canarias. Cuenta con un sistema de alta tecnología especializado en la realización de sondeos para aplicar todos los parámetros de seguridad noruegos, que son los que ofrecen un nivel máximo de seguridad. Un portavoz de la petrolera ha asegurado que, además, el equipo contará con un segundo buque con tres observadores de cetáceos para controlar que los trabajos no dañen esa especie.

Los estándares regulan y marcan cada paso del proceso. El primer paso en la exploración se hará en una zona conocida como "Sandía" y se realizará a algo más de 3.000 metros de profundidad, pese a que el Rowan Renaissence puede perforar hasta a 12.000 metros de profundidad.

¿Cómo es el proceso?

En primer lugar se envía una señal satélite de posicionamiento al buque para indicar la ubicación exacta de la perforación. Esta señal impide que el barco se mueva, ya que la misma activa los motores de posicionamiento para que se mantenga estable sobre el plano del lecho marino.

A continuación desciende la cabeza perforadora que abre el primer hueco, destinado a fijar la guía.

Las tuberías se conectan y desciende la guía de las mismas para que baje nuevamente la cabeza perforadora.

Se sitúa la tubería de revestimiento e inicia el proceso de sellado para conectar las tuberías al fondo marino.

Posteriormente se inicia la parte fundamental que garantiza la seguridad de la operación: desciende y se conecta el sistema de seguridad BOP, que contiene válvulas de triple redundancia que regulan el flujo y taponan en caso de necesidad.

Nuevamente se sitúa la tubería de revestimiento para continuar con el proceso de sellado.

La exploración contempla 885 metros de lámina de agua más 1.995 metros de exploración en tierra y alcanza un diámetro máximo de 91 cm en superficie, que pasa luego a sólo 21 cm en el extremo del sondeo. Durante el proceso de exploración no habrá instalaciones permanentes en el área de los sondeos.

A finales de enero o principios de febrero, una vez se sepan los resultados de estos primeros sondeos, Repsol decidirá si acomete una segunda perforación en el sector denominado "Chirimoya", a unos 3.000 metros de profundidad. Cada una de estas fases implicará una inversión de 100 millones de euros a cargo de la compañía, han precisado las fuentes.

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