España se enfrenta a una grave crisis demográfica a medio y largo plazo que, de una u otra forma, acabará afectando a la sostenibilidad financiera del denominado Estado del Bienestar.
Las últimas proyecciones de población que publicó el Instituto Nacional de Estadística (INE) la semana pasada arrojan una serie de conclusiones "sobrecogedoras", según explica este lunes la Fundación Renacimiento Demográfico: despoblación, baja natalidad, envejecimiento y hogares de reducido tamaño.
Pérdida de población
Por un lado, el INE prevé que España pierda 5,6 millones de habitantes entre 2014 y 2064, pero el descenso ascendería a cerca de 10 millones sin la llegada neta de inmigrantes extranjeros estimada para el citado período (2,4 millones en total) y sus respectivos hijos (entre 1y 2 millones), añade la Fundación.
El dato relevante a este respecto es que, a partir de 2015, se producirán en España más muertes que nacimientos, lo cual "ya sucede desde hace varios años con los españoles autóctonos", aunque hasta ahora "se había podido compensar porque los inmigrantes aportan un número apreciable de nacimientos, pero relativamente pocos fallecimientos, al ser en promedio más jóvenes que el conjunto de los españoles".
En concreto, según el INE, el número de nacimientos se reducirá a casi la mitad entre 2013 y 2063, mientras los fallecimientos crecerán un 44% hasta entonces.
Descenso de la natalidad
El número de nacimientos seguiría reduciéndose en los próximos años, continuando con la tendencia iniciada en 2009. La proyección del INE contempla que la fecundidad de las mujeres mantenga una ligera tendencia a la baja. Así, el número medio de hijos por mujer sería de 1,24 en 2029 y de 1,22 al final del periodo proyectado, frente al 1,27 actual.
Asimismo, la edad media de la maternidad, que se sitúa actualmente en 31,7 años, seguiría creciendo paulatinamente hasta acercarse a los 33 años al final del periodo analizado. Sin embargo, el descenso en el número de nacimientos vendría determinado, sobre todo, por la reducción del número de mujeres en edad fértil: el número de mujeres entre 15 y 49 años bajaría en 4,3 millones en 50 años (un 39,2%).
La Fundación explica que si el número de nacimientos se mantuviera constante en el nivel de 2013, "España no perdería nada de población, pues nacerían 6,4 millones más españoles entre 2014 y 2064".
Creciente envejecimiento poblacional
La baja natalidad y el progresivo aumento de la esperanza de vida se traducirán en un creciente envejecimiento poblacional. De mantenerse la tendencia actual, la esperanza de vida de los hombres superaría los 91 años y la de las mujeres alcanzaría los 95 en 2064, unos diez años más que en la actualidad.
Como consecuencia, la edad media de los residentes en España subiría de los 43 años existentes hoy en día a 47 años en 2030, 50 en 2040, 52 en 2050 y 54 años en 2060.
Dentro de 50 años, España sumará 7,4 millones extra de personas con 65 años o más (incremento del 87%), que pasarán de ser el 18% de la población en 2014 al 39% en 2064. Al mismo tiempo, el país perderá 13 millones de personas con menos de 65 años (descenso del 34%) desde 2014 a 2064. Ahora, el 6% de la población de España tiene 80 años o más (eran sólo el 2% en 1976), pero en 2064 será el 21%. Los nonagenarios y centenarios, que ahora representan el 0,9% de la población, representarán el 8,4% del total en 2064.
En este sentido, cabe recordar que España tiene hoy 3,6 personas en edad activa (de 16 a 64 años), de las cuales trabajan hoy algo menos del 60%, por cada persona en edad de retiro. Si se cumplen las estimaciones del INE, en apenas tres décadas y con una edad legal de jubilación de 67 años, esa proporción se reducirá a tan sólo 1,8 activos por jubilado, poniendo en serios aprietos la supervivencia del sistema público de pensiones.
Hogares con menos miembros
Por último, la Fundación Renacimiento Demográfico señala que "cada vez habrá más gente viviendo en solitario y los hogares, en general, estarán menos poblados. Según el INE, crecerán un 27% los hogares unipersonales hasta 2029. Si en 2014 estos hogares son el 25% del total, en 2029 serían el 30%". Y, desde 2014 a 2029, "se reducirá un 28% el número de hogares con cinco miembros o más, los cuales pasarán de ser el 6% al 4% del total".
Esta entidad concluye que "las proyecciones de población del INE dibujan una España en franco declive demográfico, cuyo capital humano, a efectos productivos y de expectativas de futuro, se va a deteriorar enormemente en cantidad, por pérdida de población, y en calidad, al alcanzar la población niveles récord de envejecimiento".