Alarmismo en el mundo del dulce. La mítica empresa de caramelos Fiesta podría echar el cierre o, al menos, eso es lo que se podía leer este martes en prácticamente todos los diarios españoles. El fabricante de caramelos Fiesta irá a la liquidación a petición propia ante la imposibilidad de cumplir el convenio de acreedores aprobado hace un año.
Ante esta situación, el juzgado mercantil declaraba la liquidación de la entidad, o, lo que es lo mismo, que comenzaba el proceso de venta. Muchos periódicos a daban por hecho el cierre definitivo de la fabricante de los Kojak. Sin embargo, la empresa intenta restarle hierro al asunto.
Fiesta ha subrayado que "actualmente está en una situación de plena normalidad operativa" y que se encuentra inmersa en un proceso de reestructuración liderado por el socio-director de Data Legal y administrador concursal, Francisco Vera, que apuesta por una mejora de la actual posición económico-financiera, que garantice su viabilidad a largo plazo y posibilite la venta de la unidad productiva en las mejores condiciones posibles. De hecho, los titulares alarmistas que ayer hablaban del cierre inmediato de la mítica enseña han obligado a empresa y empleados a explicar la situación en un comunicado emitido este miércoles.
Así, la empresa, los representantes de los trabajadores y la Administración Concursal han querido agradecer las "muestras de cariño recibidas" por los consumidores pero han asegurado que era una situación, la de la liquidación, que ya conocían desde hace meses y reiteran que "sin perder de vista la grave situación por la que estamos atravesando, debemos insistir en que la Compañía está en una situación de plena normalidad operativa". Además, añaden que todas las partes están trabajando para poder vender la unidad productiva de la manera más positiva para todos que garantice la viabilidad de la compañía.
Queda por ver si encuentra comprador, bien entre sus principales acreedores, que es la primera opción, o algún grupo del sector. Los interesados tienen a partir de este martes un plazo de diez días naturales para acreditar su interés y personarse en la liquidación.
50 años endulzando vidas
A principios de los años 40, se funda la empresa Ponce Candy Industries en Puerto Rico, precursora de Fiesta. Después de más de dos décadas de conocer y trabajar el mundo del caramelo en América, la compañía desembarcaba en Madrid en 1965 de la mano de José Ángel Mayoral Ortiz y junto al director de Ponce Candy. En ese año nace en Alcalá de Henares Fiesta S.A.
En esos años surge para los españoles la piruleta, una modalidad de dulce que era común en América y que catapulta al éxito a la empresa de origen Venezolado afincada en Madrid. El término fue aceptado por la Real Academia de la Lengua Española en 2010.
Fueron años de crecimiento, de trabajo y de compañía para todos los niños y jóvenes españoles que crecieron con sus productos. Años de éxito que no estuvieron exentos de problemas. En diciembre de 1971 se produjo un grave accidente en la fábrica de caramelos. El contratiempo fue aprovechado por su entonces director para reformar y modernizar la tecnología de la planta.
El caramelo con palo relleno de chicle, el mítico KOJAK, fue otro golpe de efecto de la familia Mayoral. Saltó al mercado en 1975 y fue un verdadero éxito por su innovación y por el acierto en el nombre, que hacía referencia a un famoso detective televisivo de la época. Pese a que a priori parece una industria sencilla, sin excesivo valor añadido, lo cierto es que la enseña marcó un antes y un después en el sector.
José Angel Mayoral Ortiz inventó un proceso para rellenar caramelos con chicle que a día de hoy sigue siendo uno de los secretos mejor guardados de la compañía. Siguen años de éxitos, la creación de los Fresquitos -que se convertiría en uno de los estandartes de la compañía-, su apuesta por la innovación y por el cuidado de las alergias marcaron las décadas siguientes. A mediados de los 80, vive momentos económicos complicados y lograron salir a base de hacer restructuraciones en su modelo.
Sin embargo, la crisis económica ha hecho mella en un sector muy influido por la marcha del consumo interno. Con una demanda interna deprimida durante años y con la destrucción de muchos puntos de venta tradicionales, la empresa solicitaba en 2011 el concurso voluntario de acreedores ante el Juzgado de lo Mercantil número 4 de Madrid. El concurso tenía efecto tanto para la fábrica de golosinas Fiesta S.A., como para General de Distribución Fiestasa, S.L., compañía a través de la que comercializa directamente sus productos.
Pese a encontrarse en ese proceso, la compañía, líder del sector y fabricante de numerosos productos -piruletas, Kojak, Fresquitos, gominolas...-, continuó trabajando y llevó a cabo un plan de viabilidad que le hizo reducir su plantilla de más de 200 trabajadores a los 145 empleados actuales. Fiesta, ubicada en la localidad madrileña de Alcalá de Henares, en una parcela de 26.800 metros cuadrados, llegaba a un acuerdo con sus acreedores en abril del año siguiente.
Este es el acuerdo que ahora no ha podido cumplir y que ha llevado a la compañía a encontrarse en una fase de liquidación. En concreto, el juzgado mercantil deja sin efecto la fase de convenio acreedor acordado y abre la fase de liquidación del concurso a petición del deudor, por la imposibilidad de cumplimiento del convenio aprobado.
Fiesta, todavía el 'caramelito' del sector
Cuando salió del concurso, en el momento que llegó al acuerdo con sus acreedores en 2012, el director general de la compañía, Agustín Fernández Ceballos, aseguraba que la productividad de la compañía había aumentado.
De hecho, Fiesta cerró el ejercicio del año pasado con una facturación global de 20 millones de euros, un 34% menos que su cifra de ventas en 2009. Además, en los últimos años, fruto del parón del consumo nacional, la compañía se centró en ampliar su faceta exportadora y hoy día vende sus productos a cerca de 25 países.