El Ibex 35 ha rebotado un 2,97% y se ha anotado su mayor subida desde julio de 2013 tras desplomarse más de un 5% en las dos jornadas previas en las que el miedo a la recesión en Europa se apoderó de los inversores. El selectivo cierra la semana con una caída del 1,9%, pese a registrar tres sesiones en positivo. El Ibex partirá el próximo lunes desde los 9.956,8 puntos y buscará reconquistar la cota psicológica de los 10.000 enteros.
En la última sesión de la semana, ningún valor se ha adentrado en rojo, con Abengoa despuntado un 10,5%. Entre los blue chips han destacado BBVA (+2,5%), Santander (+3,4%) y Repsol (+3,5%). Telefónica ha sumado un 1,2% e Inditex un 3,9%. Entre las mayores subidas se han situado las protagonizadas por Acciona (+5,97%), Sacyr (+5,73%) y Caixabank (+5,3%). En las últimas cinco sesiones IAG ha sido el valor que mejor ha sabido conservar el tipo en esta semana de altibajos, con una subida acumulada del 6,77%.
También ha sido una buena semana para Abengoa (+6,69%) y Acciona (+3,99%). En el lado opuesto, DIA ha sido la compañía con mayores pérdidas en los últimos cinco días (-5,49%), seguida de Telefónica (-5,17%) y Sacyr (-3,77%).
En la última sesión de la jornada se han extendido las ganancias entre las principales plazas de Europa, con Milán liderando el rebote (+3,4%). Francfort también ha situado su rebote por encima del 3%, seguido muy de cerca por París. Londres ha ganado cerca de un 2%.
En el mercado de deuda pública, la prima de riesgo española se relajaba ligeramente hasta el umbral de los 130 puntos básicos, mientras que el euro trataba de reforzar posiciones respecto al dólar. La moneda única se intercambiaba al cierre de sesión por 1,2746 unidades.
El analista de XTB Javier Urones ha apuntado, en declaraciones a Europa Press, que el Ibex 35 comenzará la semana que viene con la misma volatilidad con la que ha cerrado ésta, lo que obligará a los inversores "a estar atentos". Esto se traducirá en sesiones con amplios rangos de cotización.
Urones ha avanzado que la renta variable podrá vivir unas jornadas de tranquilidad a final de mes por primera vez en cuatro semanas, ya que no se espera ningún dato macroeconómico de relevante. Esto servirá para calmar los ánimos y como reclamo para hacer volver los capitales a la Bolsa española y superar así los 10.000 puntos.