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¿Cuál será el futuro judicial del caso tarjetas 'black' de Caja Madrid?

Andreu tomará declaración a Blesa, Rato y Sánchez Barcoj para después decidir si se queda con la causa.

Andreu tomará declaración a Blesa, Rato y Sánchez Barcoj para después decidir si se queda con la causa.

El escándalo de las tarjetas B utilizadas por los exdirectivos de Caja Madrid y Bankia está en estos momentos en manos del juez de la Audiencia Nacional, Fernando Andreu, que el pasado jueves decidió abrir una pieza separada para investigar los hechos relacionados con el uso de dichas tarjetas de crédito.

Como primera diligencia de esa nueva investigación, el juez citó como imputados el próximo jueves a los expresidentes Miguel Blesa, Rodrigo Rato y al ex director general de Caja Madrid, Ildefonso Sánchez Barcoj en la Audiencia Nacional.

Andreu decidió mover ficha después de que la Fiscalía Anticorrupción que dirige Antonio Salinas le enviara un extenso informe con todos los gastos -recogidos de forma detallada en un CD- que fueron cargados durante años a esas tarjetas que estaban fueran del circuito ordinario de las entidades bancarias. Según consta en la documentación, a la que ha tenido acceso Libertad Digital, 86 exidrectivos pagaron gastos por valor de 15, 5 millones de euros.

Algunos de los gastos llevados a cabo con esas tarjetas 'blacks' son los siguientes:

  • El expresidente de Caja Madrid Miguel Blesa gastó un total de 436.688 euros con su tarjeta black de Caja Madrid. Según detalla el CD, el banquero sacó dinero del cajero en 139 ocasiones retirando en todas ellas un importe de 600 euros, sacando en total en efectivo 83.400 euros entre los años 2003 y 2007. Además, el imputado en esta causa, que deberá declarar el próximo jueves ante el juez Fernado Andreu, gastó en la agencias de viajes de el Corte Inglés un total 48.022, 89 euros que fueron pagados con su tarjeta opaca. En artículos de lujo como productos de la firma Louis Vuitton gastó 3.845 euros así como 6.000 euros en la famosa joyería Suárez.
  • Por su parte, el expresidente de Bankia Rodrigo Rato sacó un total de 16.300 euros del cajero utilizando su 'tarjeta B' opaca al fisco durante los tres últimos meses que permaneció al frente de la entidad. Entre los gastos de Rato, que cargó 44.217,47 euros a la tarjeta de Caja Madrid y 54.837,12 euros a la de Bankia (que devolvió), se encuentran la compra de billetes de avión, instrumentos musicales o canales de televisión y el pago en gasolineras, hoteles, clubes de golf o restaurantes como Casa Lucio, Diverxo y Embassy. El gasto más alto se produjo el 27 de marzo de 2011, cuando destinó 3.547,19 euros a la compra de bebidas alcohólicas. También cargó el 11 de diciembre de 2010 un total de 2.439 euros en la tienda de antigüedades y objetos de arte Santarrufina, en el centro de Madrid. Además, gastó 2.086 euros el 4 de marzo de 2010 en la agencia de viajes Ski Arias, 1.598,50 el 24 de febrero de 2010 en el Four Season Hotels y 1.204,75 euros el 8 de agosto de 2010 en la tienda Computers Computer Peripheral.
  • El expresidente de la CEOE Gerardo Díaz Ferrán gastó un total de 93.984 euros con su tarjeta opaca. La mitad de ese dinero estuvo destinado exclusivamente al gasto de comidas ascendiendo a un importe de 47.900 euros. Destaca que veinte de los almuerzos o cenas que Díaz Ferrán degustó en el Restaurante Cantoblanco, del famoso grupo hostelero Arturo, ascendió a 1800 euros cada una gastando así 36.000 euros en dicho establecimiento. En total el expresidente de la CEOE pagó con su tarjeta de Caja Madrid 47 comidas de más de mil euros. Sólo en enero del año 2009 el empresario gastó 6000 euros en almuerzos.
  • El exjefe de la Casa del Rey Rafael Spottorno gastó un total de 223.900 euros con su tarjeta B de Caja Madrid. Según refleja la documentación facilitada por la Fiscalía Anticorrupción, Spottorno sacó 60 veces del cajero 500 euros en efectivo entre los años 2003 y 2009 ascendiendo a 30.000 euros la cuantía. Asimismo, el exjefe de la Casa Real, que presentó la pasada semana su renuncia como consejero privado de Felipe VI tras el escándalo de las 'tarjetas B', acudió 35 veces al cajero a retirar 600 euros durante esos años ascendiendo a 21.000 euros el reintegro total. Rafael Spottorno cargó gastos muy personales a su 'tarjeta black' ya que realizó con ellas numerosas compras en el Ikea de Alcorcón, en la Fnac de Callao, en el Corte Inglés, además de pasar cargos de comidas en restaurantes famosos de Madrid como Horcher, Jockey, Club 31 o Casa Lucio cuya cuantía ascendía a 23.887 euros. Además, Spottorno era cliente de la prestigiosa trajería madrileña Yusty, en la que llegó a pagar 6.375 euros en un solo día de diciembre de 2007
  • Ildefonso Sánchez Barcoj, el ex director financiero de la entidad es una figura clave en todo este embrollo al situarse como la cabeza del entramado y presunto distribuidor de las tarjetas opacas. En cualquier caso, es uno de los que más uso hizo del plástico y la persona que más gastó con la tarjeta de crédito entre 2003 y 2011, 484.192 euros. Sólo en efectivo, Sánchez Barcoj sacó 67.000 euros, la gran mayoría a través de pequeñas retiradas de 300 euros. Entre sus gastos más llamativos, un apunte de 9.800 euros en una agencia de viajes. Este tipo de apunte se repite: hay otros gastos en viajes de 8.366 euros, 7.963 euros, 7.818 euros o 6.593 euros. En total, tiene más de 70 cargos por encima de los 1.000 euros.
  • El presidente de la Confederación Empresarial de Madrid, Arturo Fernández, también aparece en el listado. Son 37.000 euros entre 2010 y 2011 durante su etapa en Caja Madrid y 1.450 más en sus meses en el Consejo de Bankia. En su caso, lo más llamativo es que varios de los cargos más importantes se registran en sus propias empresas. Por ejemplo, existen cuatro apuntes de 950, 1.000, 2.000 y 2.550 euros en "restaurante Campoblanco", su principal empresa. No son las única ocasiones en las que acude a sus locales, pero resultan llamativas las cantidades: cuatro cifras redondas y muy elevadas.
  • José Ricardo Martínez, ex secretario general de UGT en Madrid, tenía cierta debilidad por realizar compras de grandes cuantías en el Corte Inglés. El exconsejero llegó a gastar en las 18.470,7 euros con su tarjeta 'black'. Lo más llamativo, no obstante, es que 17 de esas compras en el Corte Inglés por idéntico de 500 euros aunque realizó otras más elevadas de 1.000 o 1750 euros.
  • El exconsejero José Antonio Moral Santín, elegido a propuesta de Izquierda Unida, fue el segundo que más gastó con su tarjeta B: 456.522 euros. De ese dinero el exconsejero sacó en efectivo con su tarjeta ajena al circuito ordinario de Caja Madrid 335.200 euros. Lo hizo acudiendo al cajero entre los años 2003-2011 sacó 413 veces 600 euros del cajero (247.800 euros) mientras extrajo 170 veces un reintegro de 500 euros (85.000 euros) y seis veces sacó del banco 400 euros (2400 euros).
  • El exministro socialista Virgilio Zapatero aparece en el listado de las tarjetas con cargos realizados entre 2010 y 2012. En su caso, ha cobrado notoriedad no sólo porque es el único de los implicados que ha sido miembro del Gobierno junto a Rodrigo Rato. También ha sido muy difundida la carta que envió a Pedro Sánchez, en la que niega haber tenido nunca una tarjeta B, asegura que declaró todos sus ingresos e informa de que renunció a 250.000 euros de indemnización que le correspondían por la mala situación de la entidad. Zapatero llama "justiciero" a Sánchez, por haber decretado su culpabilidad y la de sus compañeros sin haberles permitido defenderse. En lo que hace referencia a las tarjetas, Zapatero gastó 47.145 euros entre 2010 y 2011, de los que devolvió 11.157. La mayoría de sus cargos son de hoteles, restaurantes, gasolineras y parkings. Sólo hay una retirada en efectivo (de 354,96 euros). Sus mayores gastos son los 756 euros del Parador de Alcalá de Henares en junio de 2011, dos coches alquilados en julio de ese mismo año y unos billetes de Iberia en ese mismo mes.
  • Alberto Recarte, expresidente de Libertad Digital. La documentación obrante en la causa refleja que gastó 139.000 euros con las tarjetas black. Gran parte de esos gastos fueron destinados al pago de gasolina, alquiler de vehículos o pagos de peajes en autopista. Entre sus cargos más comunes aparece reflejado que realizó numerosas compras en distintas librerías y que cargó distintas comidas en varios restaurantes famosos de la capital entre los años 2003 y 2010.
  • Francisco Baquero el representante de CCOO en Caja Madrid gastó 266.433 euros en sus años en la caja madrileña. De ese dinero, una buena parte se fue en los más de 65.000 euros que tiene en diferentes agencias de viaje. Ademas, aparecen más de 10.000 euros en muebles y jardinería. El resto se destina fundamentalmente a restaurantes; en este aspecto, destacan numerosos cargos por encima de los 300 y 400 euros. Sus recibos mensuales van de los más de 7.100 euros de marzo de 2010 a los 1.654 de febrero de 2007, con la mayoría de los meses en entornos de entre 3.000 y 4.000 euros.
  • Rodolfo Benito, también representante de CCOO, obligado a dimitir de su cargo en la secretaría de estudios del sindicato hace unos días. En su caso, son 140.000 euros entre 2004 y 2009. La mayoría son apuntes en restaurantes, taxis, gasolina y parking. Aunque también hay algunos cargos llamativos. Por ejemplo, en Yusty, una tienda de ropa masculina de segmento alto, se dejó más de 14.000 euros en 26 visitas.
  • También son llamativos los cargos que Ricardo Romero de Tejada, exalcalde de Majadahonda y secretario general del Partido Popular de Madrid, cargó a su 'tarjeta black'. En su caso, hablamos de 212.000 euros entre los años 2003 a 2011. Como la mayoría de los implicados, la mayoría de los cargos van a restaurantes, gasolineras, parkings y taxis. Destaca una disposición en efectivo de 11.930 euros en noviembre de 2007. Además, hay algunos apuntes curiosos: 4.479 euros en apuestas, 26.000 euros en estancos o 17.000 euros en hoteles.

Más allá del escándalo social que ha supuesto para la opinión pública el conocimiento pormenorizado de estos gatos, la duda jurídica que está ahora encima de la mesa es la siguiente: ¿Es competencia de la Audiencia Nacional investigar un posible fraude de 15,5 millones de euros?

El artículo 65 de la Ley Orgánica del Poder Judicial (LOPJ) detalla que la Audiencia es competente para investigar sólo aquellas "defraudaciones y maquinaciones para alterar el precio de las cosas que produzcan o puedan producir grave repercusión en la economía nacional o perjuicio patrimonial en una generalidad de personas en el territorio de más de una Audiencia".

Mientras que la Audiencia Nacional sí que es competente para investigar la fusión y posterior salida a bolsa de Bankia -por el alcance que tuvo todo ese proceso para la economía española- es discutible desde el punto de vista jurídico que un fraude en sí mismo de 15,5 millones de euros cometido en un único territorio sea investigado por un tribunal especial como es la Audiencia a no ser que hubiera acreditada conexión con el caso Bankia.

Según las fuentes consultadas por este diario, la razón por la que Andreu ha citado a Blesa, Rato y Sánchez Barcoj es porque quiere, en primer lugar, conocer su versión de los hechos pero también saber si ese vaciamiento de la entidad por parte de los exdirectivos a través de las 'tarjetas fantasmas' puede afianzar el delito de administración desleal -englobado en el Código Penal como delito societario- que él investiga actualmente en el caso Bankia.

¿Conexión con el caso Bankia?

Por esta motivo, el magistrado lo primero que hizo cuando recibió la documentación en su juzgado fue incorporar el informe de la Fiscalía Anticorrupción, junto con toda la documentación recibida por parte de la propia entidad y del Frob, a la pieza separada que desgajó hace meses del caso Bankia donde se investigan actualmente las retribuciones percibidas por el Consejo de Administración de la entidad.

Ahora, una vez que el magistrado tome declaración a Blesa, Rato y Sánchez Barcoj, Andreu decidirá si continúa adelante con la instrucción de la investigación del caso tarjetas B -al apreciar conexión con el caso Bankia- o si, por el contrario, envía las diligencias previas a un juzgado ordinario de Madrid. Una tercera vía más improbable es que se archive la causa.

Hasta ahora, la Fiscalía Anticorrupción sostiene que hay indicios de que se haya podido cometer un delito societario y otro de apropiación indebida por parte de los 86 exdirectivos que hicieron uso de los plásticos de Caja Madrid y Bankia.

Más allá de juicios morales sobre el uso de dichas tarjetas, en cifras económicas esos 15'5 millones de euros suponen una migaja en comparación con los más de 22.000 millones que costó el rescate a Bankia, cuya quiebra se debió exclusivamente a la nefasta gestión de sus dirigentes.

Además, no hay que olvidar que Bankia no es Caja Madrid, sino la suma de siete cajas. La pregunta que queda ahora en el aire es ¿se habría conocido toda esta historia si Bankia no hubiera quebrado? Porque si el uso de las tarjetas era ilegal, lo era con y sin rescate; y lo mismo puede decirse si, finalmente, se demuestra que no había nada ilegal en ellas.

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