El mensaje de austeridad que ha tratado de vender el Gobierno de Mariano Rajoy durante buena parte de la legislatura no coincide con la realidad, ya que los impopulares recortes de los que tanto se le acusa no se reflejan en las grandes cifras presupuestarias. Más bien sucede todo lo contrario.
Las cuentas públicas demuestran que esa presunta reducción de gastos ha brillado por su ausencia en la estructura estatal. De hecho, Rajoy acabará la legislatura gastando mucho más dinero y recaudando más ingresos -tras disparar todos los impuestos- que José Luis Rodríguez Zapatero al término de su mandato, a finales de 2011. Basta observar la evolución de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) a lo largo de los últimos años para desmontar el extendido mito de la austeridad pública.
El diseño de las cuentas públicas es, por definición, la ley más importante que se elabora cada ejercicio, ya que determina el grueso del gasto y de la recaudación que ejecuta gran parte del sector público, determinando así la política económica y social del Gobierno.
En este sentido, cabe señalar que los PGE recogen los ingresos y gastos del Gobierno central, organismos autónomos, Seguridad Social y otras agencias del Estado, pero también llevan a cabo el reparto de la mayoría de la financiación correspondiente a comunidades autónomas, diputaciones y ayuntamientos. Es decir, los Presupuestos reflejan, en gran medida, las cuentas del sector público en España, de ahí su importancia.
En primer lugar, es preciso destacar los grandes números presupuestarios. El Estado gastará un total de 440.074 millones de euros en 2015, según el proyecto de PGE que presentó el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, el pasado martes en el Congreso.
Esta rúbrica incluye la habitual refinanciación de deuda pública, cuyo volumen superará los 92.230 millones en 2015, deuda que se emite con el único fin de pagar deudas pasadas, retrasando así su amortización definitiva. Una vez descontada dicha partida, se obtiene el gasto consolidado real del Estado en cada ejercicio, cuya cuantía ascenderá a 347.839 millones el próximo año.
¿Mucho o poco?
Tal y como muestra el siguiente gráfico, el gasto total del Estado en 2015 superará en más de 77.000 millones de euros el registrado a cierre de 2011, lo que supone un 21% más. El volumen de refinanciaciones (retrasar el pago definitivo de la deuda) casi se ha duplicado durante la legislatura, al pasar de 47.000 a cerca de 92.000 millones de euros. Por último, tras descontar dicha partida, se observa que el PP ha disparado el gasto real en casi 32.000 millones de euros desde 2011, un 10% más que Zapatero cuando perdió el poder.
Por otro lado, este gasto real se divide en 27 grandes políticas públicas, agrupadas en cuatro grandes áreas presupuestarias.
- Servicios Públicos: incluye el presupuesto de Justicia, Defensa, Seguridad e Instituciones Penitenciarias y Política Exterior. El gasto previsto para 2015 se sitúa en unos 16.500 millones.
- Gasto Social: recoge las partidas destinadas a pensiones y otras ayudas sociales, prestaciones de desempleo, políticas activas de empleo, vivienda, Administración de la Seguridad Social, Educación, Sanidad y Cultura. Su cuantía superará los 187.400 millones el próximo año.
- Actuaciones de carácter económico: presupuestos y subvenciones en materia de Agricultura, Pesca, Industria, Energía, Comercio, Turismo, Transporte, Infraestructuras, I+D+i y otras actuaciones. El gasto en este caso rondará los 30.400 millones.
- Actuaciones de carácter general: incluye Alta Dirección, Servicios Generales, Administración Financiera y Tributaria, las Transferencias a Otras Administraciones Públicas (financiación territorial), el pago de intereses de deuda, entre otras aportaciones. Su coste se situará en 113.581 millones en 2015.
¿Cómo ha evolucionado el gasto en estas áreas bajo el PP?: el dinero destinado a Servicios Básicos ha bajado en unos 3.200 millones desde 2011 (-16,5%); el gasto social ha crecido en más de 4.000 millones (+2,2%); las partidas a actuaciones económicas apenas han caído en 2.300 millones (-7%); mientras que las de carácter general se han disparado en más de 33.000 millones durante la legislatura (+41,4%) debido, sobre todo, al elevado coste del rescate autonómico (CCAA) y el pago de facturas pendientes a proveedores.
El aumento del gasto se ha financiado, básicamente, por dos vías: subidas de impuestos y deuda pública. Así, por el lado de los ingresos, cabe destacar que, pese a la fuerte recesión económica sufrida en la primera parte de la legislatura, el Estado ingresará algo más de 298.000 millones de euros en 2015 (ingresos presupuestarios consolidados), lo cual supone casi 26.000 millones más que a cierre de 2011 (+9,5%).
Aumento de la deuda
Sin embargo, esta cuantía será insuficiente para financiar todos los gastos previstos el próximo año (347.839 millones). Por ello, el Estado tendrá que endeudarse en otros 50.000 millones extra (deuda neta) para cubrir la diferencia entre ingresos y gastos en 2015. Así pues, tal y como releja el siguiente gráfico, Rajoy también acabará la legislatura generando casi 6.000 millones más de deuda nueva que a cierre de 2011, lo que supone un 13,5% más. Es decir, su ritmo de endeudamiento neto es incluso mayor que el de Zapatero.
Por último, dentro de la partida de ingresos, cabe distinguir entre recaudación de impuestos y otro tipo de partidas. En este sentido, los grandes tributos son el factor clave, ya que cerca del 80% de los ingresos del Estado dependen directamente de los impuestos directos, como IRPF y Sociedades, las cotizaciones sociales, y los impuestos indirectos (IVA, Impuestos Especiales, etc.).
Fuertes y numerosas subidas de impuestos
En el siguiente gráfico se observa su evolución durante la legislatura. El Gobierno confía en recaudar más de 244.000 millones en 2015 a través de las principales figuras tributarias, los que supone unos 18.600 millones más que en 2011 (+8,2%).
Este último dato indica, por un lado, que el aumento de ingresos que ha registrado el Estado durante la legislatura se debe a la mayor recaudación fiscal, y, por otro, que dicha recaudación extra se ha conseguido a través de las históricas y sucesivas subidas de impuestos aplicadas por el Gobierno de Mariano Rajoy.
No por casualidad, los sablazos fiscales a familias y empresas aprobados en 2012 se tradujeron en un incremento de la recaudación fiscal de casi 30.000 millones de euros en 2013, un año más tarde.
En 2014, sin embargo, este partida se redujo, tal y como avanzó Libre Mercado. Hacienda confía en que la recaudación vuelva a repuntar con fuerza en 2015, pero no por las subidas de impuestos, sino como consecuencia del crecimiento económico y, especialmente, el avance del consumo interno, lo cual aún está por ver.
Las grandes cifras presupuestarias entre 2011 y 2015 arrojan, por tanto, las siguientes conclusiones:
- El gasto total del Estado crecerá en más de 77.000 millones de euros (+21%) durante el mandato de Mariano Rajoy.
- El gasto real (descontando las refinanciaciones de deuda) sube en 31.847 millones (+10,1%).
- El volumen destinado a refinanciar deuda aumentará en 45.436 millones (+97,1%), duplicándose desde 2011.
- El ritmo de endeudamiento nuevo con Rajoy supera en 6.000 millones (+13,5%) al de Zapatero.
- Los ingresos totales del Estado crecerán en 25.955 millones (+9,5%).
- Y, dentro de los ingresos, la recaudación de los grandes impuestos en 2015 subirá en 18.558 millones (+8,2%).
En definitiva, la pretendida "austeridad" pública del PP se traduce en más gasto, más deuda y muchos más impuestos para el conjunto de familias y empresas.