Simplificar los trámites administrativos y reducir la carga fiscal a las nuevas empresas, además de intentar subir los salarios ligándolos, de manera más efectiva, a la productividad, son algunas de las recomendaciones que recoge la Organización Internacional del Trabajo en su informe España, crecimiento con empleo presentado este lunes.
La organización no cree que sea útil seguir bajando los salarios en nuestro país. "España ha tenido problemas de competitividad en el pasado, los salarios son elementos importantes en la cuestión de la competitividad, pero hay otras cuestiones, inversión, hoy en día no es cuestión de bajar más los salarios sino que los salarios se vinculen con la productividad", ha asegurado a preguntas de los periodistas Guy Rider, director general de la OIT.
La OIT reclama una revaluación de la reforma laboral y estima que España tendrá que esperar hasta 2023 para tener el nivel de desempleo previo a la crisis, aunque la recuperación completa llevará incluso más tiempo, ya que durante los próximos nueve años se incorporarán al mercado de trabajo unas 200.000 personas.
La organización considera que, pese a que la tasa de creación de empresas es similar en España que en el resto de países de la Unión Europea, "las condiciones y normativa aplicada podrían mejorarse". Por ejemplo, señala en el informe, la complicación que suponen en nuestro país "los tres trámites administrativos", en referencia a las diferencias de leyes estatales, autonómicas y locales. Además, consideran que hay margen para aliviar los umbrales impositivos, es decir, bajar impuestos, establecidos según el tamaño de la empresa.
La organización también pone de manifiesto que en España las ayudas a los emprendedores se dan de manera anticipada y lo que se necesita es "un mecanismo de apoyo que permita la adquisición de competencias de explotación y gestión que al emprendedor cualidades" para ampliar el negocio. Además, la OIT recomienda otras medidas:
- Promover el funcionamiento del mercado crediticio en particular para pequeñas y medianas empresas.
- Fomentar las inversiones productivas y ampliar la base industrial.
- Políticas activas de empleo bien formuladas.
- Subvenciones a la contratación específicas basadas en las necesidades en materia de cualificaciones o en la duración del desempleo.
- Mejoras en el diseño y la ejecución de los programas de formación.
- Asegurar la aplicación efectiva del sistema de garantía juvenil.
- Promover el desarrollo de aprendizaje.
- Modernización, fortalecimiento, mejora de la responsabilidad y transparencia de los SPE.