"El crecimiento del sector manufacturero de la zona euro perdió nuevamente impulso en agosto, y la reactivación de la producción se ha ralentizado por cuarto mes consecutivo, hasta alcanzar su nivel más débil de la secuencia actual de catorce meses de expansión", según afirma Rob Dobson, economista senior de Markit.
En concreto, la actividad industrial registró en agosto su avance más bajo desde julio de 2013, según el indicador PMI publicado este lunes, que se situó en 50,7 puntos desde los 51,8 del mes anterior.
Una lectura superior a los 50 puntos básicos indica expansión de la actividad en el sector, mientras que una lectura inferior a este umbral supone contracción. Este indicador es relevante, ya que el sector industrial representa casi el 25% del PIB de la zona euro, de modo que su creciente debilidad confirma el frenazo que está experimentando la economía de la Unión.
La actividad manufacturera mostró una desaceleración generalizada en la eurozona, salvo por las excepciones de Irlanda, en máximos desde finales de 1999, y Grecia, que volvió a superar el umbral de los 50 puntos. Por contra, el PMI de Francia sufrió un mayor deterioro en agosto al situarse en 46,9 puntos, lo que representa la peor lectura desde mayo de 2013. Italia también indica contracción (49,8 puntos), mientras que en Alemania se desacelera hasta 51,4.
"Sigue siendo un tema inquietante la situación de Francia, ya que su sector manufacturero se contrajo al ritmo más fuerte desde mayo de 2013, al igual que el descenso de Italia de su sólida expansión hasta la paralización. Los indicios de que el impulso del crecimiento se ralentizó en el motor industrial clave de Alemania, al igual que en España y los Países Bajos, también distan mucho de ser tranquilizadores", añade Dobson.
"Aunque un poco de crecimiento es mejor que nada en absoluto, el efecto de frenado como resultado de las crecientes incertidumbres económicas y geopolíticas sobre los fabricantes es cada vez más aparente. Este es también el caso con respecto a la demanda, ya que el crecimiento tanto de los nuevos pedidos como de los nuevos pedidos para exportaciones se ralentizó", aclara.
Por último, el economista de Markit afirma que "es probable que la desaceleración de la industria añada más leña al fuego para los analistas que esperan que se implanten nuevos estímulos monetarios o fiscales. Las miradas ahora se tornarán hacia las cifras del PMI del sector servicios que se publican el miércoles, para obtener más información sobre el ritmo de crecimiento subyacente y averiguar si los responsables de las políticas monetarias pueden seguir esperando a que las medidas impuestas con anterioridad empiecen a surgir efecto".