El Gobierno ruso planea introducir una serie de excepciones en la lista de productos procedentes de la UE y EEUU, así como de otros países que previamente impusieron sanciones a Rusia, afectados por el veto del Kremlin, que desde el pasado 7 de agosto prohíbe durante un año importar determinados alimentos y productos agrícolas.
En declaraciones recogidas por la agencia rusa Interfax, el viceprimer ministro ruso, Arkady Dvorkovich, indicó que las modificaciones permitirían la inclusión de productos dirigidos a satisfacer la demanda de aquellos consumidores afectados por alergias o intolerancias, así como de determinados suplementos.
De este modo, Rusia introducirá una excepción al veto para permitir la importación de productos para diabéticos, alérgicos, complementos dietéticos para deportistas, así como semillas y piensos para los cultivos agrícolas con el fin de garantizar la competitividad de la producción doméstica.
Asimismo, el viceprimer ministro ruso aseguró que el Gobierno podría recurrir a las reservas alimentarias para compensar el impacto en el mercado interior del déficit de determinados productos cuya importación ha sido restringida durante un año.
Paralelamente a la liberación de sus reservas alimentarias, el Gobierno ruso ha intensificado sus contactos con proveedores alternativos, principalmente de Latinoamérica y oriente Próximo con el fin de incrementar las importaciones de alimentos y paliar el efecto del veto a los productos de la UE y EEUU.
Por otro lado, la Agencia Antimonopolio de la Federación de Rusia indicó que el Gobierno maneja distintas opciones para facilitar las importaciones de productos en caso de detectar desabastecimiento en los mercados interiores.
"Se prepararán propuestas para, en caso de ser necesario, reducir los aranceles a las importaciones de bienes objeto de restricciones si se detectara un desabastecimiento crítico en los mercados domésticos", indicó la institución en un comunicado.
Subidas abusivas de precios
Asimismo, el organismo antimonopolio de Rusia ha informado de la puesta en marcha de una línea telefónica gratuita en la que los consumidores podrán denunciar subidas abusivas de precios en los alimentos y las materias primas.
"Los ciudadanos y empresas pueden informar sobre la exageración de precios en los precios mayoristas y minoristas de los alimentos, del pescado y productos agrícolas", señaló la organización.
Con los datos recibidos, el regulador ruso de la Competencia elaborará un informe mensual con el fin de diseñar políticas para combatir la especulación.