Con la crisis, hay muchos gastos que antes no nos planteábamos y que ahora miramos con más cuidado. Cada vez más ciudadanos dan de baja la factura de la luz en sus segundas residencias durante los meses en los que no la utilizan, dándola de alta de nuevo en los meses de veraneo. Sin embargo, pese a que muchos puedan pensar que esto es una forma de ahorrar, la realidad es bien distinta.
"Se dan muchos casos de reducción de potencia en segundas viviendas, ya que quieren reducir el importe de la factura durante los 9 meses del periodo no estival", cuenta a Libre Mercado Jaime Arbana Palancar, experto del sector y director de Selectra España. "Tras las reformas de agosto de 2013 y febrero de 2014 se ha incrementado el importe fijo de la factura. Por lo que el principal objetivo es comprobar que existen tarifas más baratas y se puede reducir el importe de la factura de manera gratuita", asegura.
Esta forma de ahorrar pasa, en la mayoría de los casos, por cambiar de compañía y no por cancelar el suministro de la casa de veraneo durante unos meses. De hecho esto puede resultar más costoso, pues, "al contratarlo de nuevo, las empresas proveedoras siempre pueden encontrar la instalación anticuada y la cantidad que habría que pagar en concepto de reenganche ascendería bastante", asegura Arbona.
Por ejemplo, en el caso de tratarse de una vivienda antigua, con más de 20 años, el alta tras dar de baja un suministro conlleva a la obligación de presentar un certificado o boletín de la instalación eléctrica, "el cual tiene un coste que hay que abonar a un electricista autorizado". La exigencia de un boletín también se impone para modificaciones de potencias y cambios de tarifa a la modalidad con discriminación horaria.
Además, una compañía eléctrica no penaliza por dar de baja un suministro, la única "penalización" se aplica cuando un usuario "quiere volver a dar de alta el suministro, ya que el importe de dar de alta un suministro es más elevado que lo que se paga por un suministro sin consumo durante varios meses". En resumen, no compensa dar de baja un suministro durante el invierno para dar de alta a principio de verano.
Lo que sí compensa es buscar una compañía más ventajosa en precio y para ello hay que dar primero de baja la factura con su compañía actual. En el momento que decida dar de baja su factura, lo primero que hay que hacer es contactar con su todavía comercializadora. Las cinco grandes empresas (Endesa, Iberdrola, Gas Natural Fenosa, HC Energía y EON) y las pequeñas compañías de libre mercado siguen procedimientos similares.
El procedimiento habitual y más simple para dar de baja el suministro es llamar por teléfono y comunicarlo a la comercializadora. "Lo más aconsejable es tener una prueba por escrito de que la petición de baja de luz se ha efectuado con éxito por si hubiese que reclamar cualquier tipo de incidente", recomienda Arbona.
¿Y si cambio de compañía?
El cambio de compañía es totalmente gratuito y no influye para nada en el suministro, ya que la distribuidora va a continuar siendo la misma, "por lo que va a ser el mismo técnico el que va a hacer las lecturas del contador". En este sentido, hay que recordar que las tarifas domésticas no suelen tener ligados contratos de permanencia, por lo que cambiar de compañía se puede hacer tantas veces como queramos y de manera gratuita.
En el caso de que su intención sea cambiar el titular de la línea pero no de compañía -al vender una casa o arrendarla-, no es necesario ni recomendable dar de baja el suministro. Como hemos comentado anteriormente lo más costoso de todos estos trámites es dar de alta la luz de nuevo por lo que se puede cambiar el titular notificándoselo a la compañía sin tener que realizar el desembolso de alta nueva.