Es el décimo país más libre del mundo, uno de los más prósperos y con mayor renta per cápita. Ahora también es el primer país rico en dar marcha atrás en la lucha contra el llamado "cambio climático". Australia era uno de los pocos grandes países que hasta la fecha habían introducido un impuesto al carbono.
El país oceánico es responsable del 1,5% de las emisiones de gases de efecto invernadero mundiales, cantidad muy inferior a la de Estados Unidos o China, aunque, con sus casi 22 millones de habitantes, es el mayor contaminante per cápita del planeta.
A mediados de julio, el Gobierno conservador de Tony Abbot consiguió derogar la polémica medida. La Cámara Alta eliminó con 39 votos a favor y 32 esta tasa al carbono aprobada en julio de 2012 por el entonces gobierno laborista de Julia Gillard. El impuesto fijaba que las principales empresas contaminantes debían pagar 23 dólares australianos (unos 20 euros) por tonelada de CO2 emitida a la atmósfera.
Con esta derogación más de 300 empresas se librarán de un impuesto que, además, supondrá un recorte en el capítulo de ingresos del presupuesto nacional de unos 6.550 millones de dólares en los próximos cuatro años.
La eliminación de este impuesto fue central en la campaña de Abbot, quien denunció que la tasa afectaba directamente al bolsillo de los consumidores, ya que aumentaba los precios de los productos. La medida que toma ahora Australia contrasta con la que decidió introducir hace unos días el presidente de EEUU. Obama introdujo una limitación para las emisiones en las centrales de carbón, destacando que quiere ir a la Cumbre del Clima de París en 2015 con algo de poder.
La barrera de Coral, adaptada al calentamiento
La gran barrera de coral es el arrecife más grande del mundo, por lo que en 1981 fue declarado patrimonio de la humanidad por la UNESCO. Muchos de los defensores del cambio climático tenían un gran temor a que el calentamiento global provocara su deterioro.
Sin embargo, un trabajo internacional dirigido por el Instituto de investigación Marina (MARUM) de la Universidad de Bremen (Alemania) ha determinado que la gran barrera de coral australiana puede ser más resistente a los cambio de temperatura superficial del mar de lo que se pensaba, según publicó SINC.
Este estudio se basa en las muestras recogidas por una expedición del programa Ocean Discovery International (IODP) que tenía como objetivo comprender cómo los arrecifes de coral tropicales se adaptan a los cambios de temperatura.