Poco a poco, empiezan a salir a la luz los detalles sobre el programa económico de Podemos, la formación que lidera Pablo Iglesias. Así, si la cúpula de este nuevo partido de extrema izquierda defendía estos días desde Argentina la salida de España del euro y la creación de una nueva moneda -ni euro ni peseta- junto a otros países del sur de Europa -Grecia, Italia, Portugal...-, ahora comienzan a ofrecer algunas cifras concretas sobre una de sus propuestas estrella: la implantación de una Renta Básica Universal (RBS).
El programa de Podemos reza lo siguiente en su punto 1.12:
Derecho a una renta básica para todos y cada uno de los ciudadanos por el mero hecho de serlo y, como mínimo, del valor correspondiente al umbral de la pobreza con el fin de posibilitar un nivel de vida digno. La renta básica no reemplaza al Estado de bienestar, sino que trata de adaptarlo a la nueva realidad socio-económica. Sustitución de las prestaciones sociales condicionadas menores a la cuantía de este ingreso básico. Financiación a través de una reforma progresiva del IRPF y de la lucha contra el fraude fiscal.
El problema es que el citado documento no ofrecía ninguna cifra, ya que tan sólo hablaba de conceder una renta con "un valor correspondiente al umbral de la pobreza". Sin embargo, el debate sobre esta medida ha llegado a uno de los múltiples Círculos que ha creado Podemos para discutir y plantear políticas concretas de cara a la presentación de futuros programas electorales. Así, en su Círculo dedicado a Economía, uno de los participantes plantea la siguiente pregunta a los organizadores:
El programa de PODEMOS promete una "renta básica para todos y cada uno de los ciudadanos por el mero hecho de serlo y, como mínimo, del valor correspondiente al umbral de la pobreza con el fin de posibilitar un nivel de vida digno"; también dice que, a cambio, piensan eliminar "las prestaciones sociales condicionadas menores a la cuantía de este ingreso básico". Con un coste de entre 7.000 y 9.000 € por persona y año, el coste de la renta básica sin contar el ahorro en prestaciones eliminadas sería de entre 42.000 y 468.000 millones de €/año, tal y como justifico en este documento.
Preguntas: ¿quiénes serían los beneficiarios de la renta básica? ¿cuál sería el importe exacto por persona y año? ¿qué prestaciones piensan eliminar y cuál sería el ahorro? ¿cuál estiman que sería el coste neto exacto de la renta básica?
A continuación, al respuesta de Podemos (sic):
Actualmente hay un equipo trabajando sobre renta básica y si, el programa indica claramente que es un Renta Básica Universal, para todos los ciudadanos (si para todos) por el mero hecho de serlos y salvando el valor considerado como umbral de la pobreza. De momento se trabaja sobre varias alternativas siendo los costes derivados (ahorros excluidos) del entorno de 250.000 millones de €. Si bien claro está, el costo en pensiones disminuiría en más de 90.000 millones (actualmente se sitúa en 120.000) y descontando unos 15.000 millones adicionales de desempleo (el coste actual es de 27.000).
Con estas cifras en la mano, habría que financiar aproximadamente unos 145.000 millones de euros adicionales para una renta básica de 1000€ a menores de 18, 6.000€ a personas en edad laboral y 8.000€ a jubilados (quedarían para completar las pensiones actuales unos 30.000 millones adicionales que no hemos descontado a propósito). La manera de financiar la RBU está aún pendiente de cuantificar cuantos otros gastos/ahorros se derivan de una reforma fiscal (que no estoy llevando yo).
De los estudios preliminares se desprende que la redistribución de la renta aumenta a niveles razonables y que la burocracia derivada del pago de subsidios decrece a su mínima expresión. Sin embargo y como todo, antes de la aprobación de una medida de estas características hará falta mucho estudio teórico (lanzaremos una encuesta en las próximas semanas) y valorar, entre todos si ese el modelo que queremos seguir.
Hasta 250.000 millones de euros extra
La cifra bruta inicial coincide con la avanzada por Juan Ramón Rallo, unos 250.000 millones de euros extra al año, pero Podemos indica que habría que descontar uso 90.000 millones en pensiones, con lo que el coste neto sería de 145.000 millones al año, ya que quienes ahora perciben pensiones muy bajas, prestaciones por desempleo reducidas o subsidios de subsistencia pasarían a cobrar la Renta Básica.
Sin embargo, Rallo eleva la factura final a un umbral que "oscilaría entre el 20% (si sólo se reconociera a nacionales) y el 25% (si se reconociera a todos los residentes legales) del PIB". Esto quiere decir que las finanzas públicas tendrían que cargar con un peso adicional de entre 200.000 y 250.000 millones de euros al año.
De este modo, si el gasto público ronda actualmente el 45% del PIB, la implantación de la RBU lo elevaría a un mínimo del 60% del PIB, según los propios cálculos de Podemos, y un máximo del 70%, según las estimaciones de Rallo. Así pues, España se convertiría en uno de los países con uno de los estados más grandes del mundo, tan sólo superado por las economías comunistas y completamente nacionalizadas.
Habría que pagar el doble de impuestos
La segunda cuestión, por tanto, es cómo financiar ese gasto adicional, sobre todo, teniendo en cuenta que, pese a las ingentes subidas de impuestos aplicadas hasta el momento, la recaudación se sitúa en el 38% del PIB.
Los españoles ya soportan una de cargas fiscales más elevadas del mundo desarollado en relación a su renta, y, aún así, no alcanza para cubrir el actual nivel de gasto estatal. De ahí, precisamente, que el déficit público se mantenga en el 7% del PIB y la deuda avance hacia el umbral histórico del 100%.
De inicio, el Gobierno tendría que duplicar la presión fiscal (pagar el doble de impuestos) para intentar financiar la citada Renta Básica. Y ello, sin contar que la recaudación real no alcanzaría, ni de lejos, ese objetivo, debido a los perversos efectos indirectos de las nuevas subidas de impuestos -evasión y destrucción de riqueza y empleo, tal y como muestra la Curva de Laffer- y de la propia aplicación de la RBU.
Ningún país del mundo ha aprobado una medida así, más allá de los regímenes comunistas en los que toda la población trabaja por y para el Estado, porque, entre otros motivos -además de su ingente e insostenible coste-, supondría un gran desincentivo para trabajar.