La morosidad sigue lastrando el crecimiento de las empresas española. En España, las empresas tardan en pagar sus facturas con otras empresas ochenta días, lo que supone 20 días más que el resto de la media europea. El 60% de las pequeñas y medianas empresas españolas (entre 1 y 250 trabajadores) tenían en junio facturas pendientes de cobro en situación de mora, es decir con más de los 60 días de plazo que da Europa, según el Boletín de Morosidad y Financiación Empresarial presentado por CEPYME este martes.
Además, según la encuesta, para el 22% la mora representa más del 10% de sus ventas, una situación que tira cada vez más de sus balances e imposibilita crecer y, por ende, crear nuevos puestos de trabajo. Por ello, José Alberto González-Ruiz, director general de CEPYME, cree que es necesario abogar por mejorar la educación entre los empresarios españoles haciendo hincapié en que en momentos de crisis como el actual esa situación está muy ligada al desempleo.
En cuanto a las perspectivas de estas empresas de cara a los próximos meses la situación mejora un poco. El 24% de los encuestados considera que no va a cobrar más del 10% de sus facturas pendientes mientras que un tercio de las empresas no atribuyen un peso de impago superior al 1%. Por comunidades autónomas, Cataluña, Madrid y País Vasco son las que menores probabilidades de impago reflejan.
Si nos centramos en el periodo de pago, Aragón es la comunidad que registró el menor plazo en el primer trimestre del año con 70,3 días de media, lo que supone diez días menos que la media del conjunto de las CCAA. La otra cara de la moneda la encontramos en Canarias, cuyas empresas tardan en pagar sus facturas cerca de 91 días, seguida de Ceuta y Melilla (89,9 días) y Madrid (87,9). Destacar, que el informe no refleja la mora de las Administraciones Públicas, mucho más perjudicial para algunas empresas que la comercial.
La ramas textil y construcción, las peor paradas
Si nos centramos en las expectativas de morosidad por sectores, el de la construcción es uno de los más pesimistas, sólo superado por el Textil. El 41% de las empresas de construcción entrevistadas considera que no cobrará más del 10% de sus facturas pendientes. Además, el periodo medio de cobro de las pymes que conforman esta rama de actividad supuso en el primer trimestre del año superar los 94 días. En el caso de las empresas textiles ese plazo asciende a los 95,2 días.
En el lado contrario de la tabla se sitúan las empresas de distribución alimentaria que son las que cobran antes sus facturas pendientes con una media de 68,8 días. Un rasgo significativo en la foto de la morosidad en España es que son las pequeñas empresas las que se ven más profundamente afectadas por esta situación. Los expertos consideran que estamos ante "una cultura de morosidad, de pagar a más de 60 días entre empresas".
Además, las pequeñas y medianas empresas tienen, en este sentido, una posición desfavorable con respecto a las de mayor tamaño ya que no tienen capacidad para obligar a que estas grandes empresas paguen sus facturas cuando deben. "Si les obligo a que me paguen a 60 días y les denuncio es muy probable que pierda ese cliente", se quejan los empresarios.
Financiación, sociedades e IVA, los lastres
Además de la morosidad, la sequía crediticia sigue siendo otro de los graves problemas que tienen que hacer frente las empresas españolas. El racionamiento que está afectando a la financiación empresarial desde que comenzara la crisis y el endurecimiento de las condiciones para acceder a nuevas líneas de crédito está obligando a los empresarios a recurrir a otras fuentes de financiación que pasan fundamentalmente por los recursos propios.
Así, el principal canal de financiación para el 61% de las pymes encuestadas son los fondos propios (en su mayoría fondos personales y familiares) mientras que menos del 40% acceden a financiación bancaria. De los que acceden a las entidades, es reseñable que casi el 60% escoge esta alternativa para financiar activo circulante, es decir, financiar por ejemplo sus existencias.
A la falta de financiación y la morosidad hay que añadir otros ingredientes que están conformando el cóctel perfecto para que muchas pymes españolas no consigan salir del hoyo. La fiscalidad, sigue siendo según CEPYME, el factor que más limita el crecimiento de las empresas. Las altas cotizaciones sociales y el IVA son, dentro de todas las figuras impositivas, las que más limitan el desempeño empresarial según la encuesta.