No hay día que la reforma fiscal que presentó el Gobierno hace casi dos semanas, no sea noticia. Este martes, la Fundación de las Cajas de Ahorro (Funcas) ha publicado un análisis sobre una de las claves principales de la medida estrella de Cristóbal Montoro: la rebaja del IRPF que comenzará a aplicarse en 2015.
La modificación del Impuesto sobre la Renta afectará (en forma de beneficio o penalización) a la mayoría de las personas que tributan por este impuesto en de España. Esos cambios serán positivos para un 67% de los más de 19,3 millones de contribuyentes y perjudiciales para un 3%. El resto, ni frío ni calor, pagarán (o dejarán de pagar) lo mismo en 2015 que en la actualidad.
En concreto, 12,9 millones de contribuyentes pagarán de media 435 euros menos al año a Hacienda, o lo que es lo mismo, 30 euros menos al mes. Los que se verán perjudicados por la medida son una minoría, 613.000 personas, que verán como sus bolsillos pierden 310 euros al año de media (o, según se mire, 22 euros al mes). Todos estos datos hacen referencia a 2015, puesto que el análisis de Funcas no incluye la rebaja prometida para 2016.
Uno de los datos más llamativos que el estudio ha desvelado es que al 30% de los contribuyentes no le afectará de ninguna forma la reforma. Aunque en un principio pueda parecer chocante que una de las bajadas de impuestos más publicitadas por el Gobierno para reactivar la economía no vaya a repercutir en 5,7 millones de personas, este dato tiene una explicación.
Según se observa en el siguiente gráfico, de estas 5,7 millones de personas cuya factura con Hacienda permanecerá más o menos neutral tras la nueva normativa, 4,6 millones están situadas en los tramos de las menores rentas, las que ingresan menos de 12.700 euros al año. La razón de que a la mayoría de estos contribuyentes no les vaya a afectar la nueva reforma del IRPF ni para bien ni para mal reside en que el colectivo de rentas más bajas antes apenas pagaba por este impuesto tras la aplicación de los mínimos y las reducciones correspondientes. Ahora, la mayoría seguirá en la misma situación, con una factura por IRPF igual a cero.
De hecho, después de la reforma, se amplia el colectivo de los que están exentos incluso de presentar declaración (el Gobierno ha hablado de un límite de 12.000 euros, aunque no ha quedado claro cómo se implementará en la práctica).
Hay que hacer un par de apuntes sobre la anterior tabla. Los autores han dividido a los contribuyentes al IRPF por decilas de ingresos brutos de todo tipo de rentas. De esta forma, cada categoría agrupa a 1,93 millones de contribuyentes (un 10% del total de declarantes).
Puede verse que en la primera categoría (los que ganan menos de 6.942 euros) casi todos se quedan como están (a cero, casi ninguno de estos ciudadanos paga IRPF). En el lado contrario, la categoría 9 (los que ganan entre 31.936 y 42.521 euros al año) es la que tiene un mayor número de perdedores: 122.200.
Ganadores y perdedores
De los ganadores, perdedores y neutrales en los que se distribuye la tabla anterior, se pueden extraer más conclusiones. La primera es que cuanto mayor es la renta del contribuyente, menos neutral es ante el nuevo escenario fiscal.
Respecto a los perdedores, va aumentando su número junto con sus ingresos. Son pocos en cualquier caso. Pero en los cuatro deciles superiores (del 7 al 10) tenemos a más de 100.000 contribuyentes que estarán peor que este año. La razón probablemente haya que buscarla en las medidas que no afectan directamente a las rentas salariales. La eliminación de las ventajas a los dividendos o al alquiler provocará que haya declarantes que estén peor, a pesar de las reducciones en los tramos.
El estudio de Funcas desvela que la mayor parte de los que salen perdiendo tiene unos ingresos de más de 20.948 euros anuales. De los 613.000 personas que van a perder con la nueva normativa, 463.000 contribuyentes están entre este 40% de los contribuyentes que más ganan.
En lo que hace referencia a los ganadores, el cuadro destaca que hay dos tramos de renta que pagarán una cuantía significativamente menor por IRPF: la que va desde los 12.615 euros anuales hasta los 17.000. Así, los que estén en estas dos categorías se ahorrarán alrededor de 500 euros al año en 2015 gracias a la reforma de Montoro. En términos absolutos no es la cifra más elevada, pero si se mide en comparación con sus ingresos, estos dos deciles salen mucho más beneficiados que cualquier otro grupo.
Eso sí, en este grupo hay un número significativo de neutrales. Podría decirse que los que ganen en estas rentas serán muy beneficiados, pero también que habrá unos cuantos que se queden igual (probablemente en muchos casos también será porque se trataba de familias con un IRPF muy bajo o casi nulo).
Que sean los tramos medio-bajos los más beneficiados en función de su renta puede explicarse por el aumento de los mínimos personales y familiares, junto con el cambio en la reducción de los rendimientos del trabajo y el nuevo gasto deducible de 2.000 euros que tiene carácter general. Sumando todas estas novedades, la reforma del Gobierno disminuye significativamente la parte de la renta por la que tendrán que tributar las franjas de entre 12.600 euros y 17.000 euros.
A partir de los 17.000 euros las ganancias medidas serán menores, entorno a los 300 euros. En este sentido, sorprende el beneficio sea menor para los que ganen alrededor de 30.000 euros que para los que tienen unos ingresos de unos 15.000.
Finalmente, en términos absolutos, los que reciben la mayor rebaja fiscal son los contribuyentes situados en el último decil, los que ganan más de 42.521 euros brutos. En su caso, la rebaja fiscal media es de 864 euros. Hay que hacer dos apuntes en esta cuestión: el primero es que también fueron estos declarantes los que sufrieron la mayor subida en diciembre de 2011. De hecho, según las cuentas de Hacienda sólo los que ganen más de 100.000 euros acabarán la legislatura pagando más por IRPF que cuando Mariano Rajoy llegó a La Moncloa. En segundo lugar, hay que tener en cuenta que este último decil es muy variopinto. Incluye tanto a alguien con un sueldo de 43.000 euros con una persona con más de 1 millón de euros de ingresos al año. Evidentemente, a este último, una rebaja de un par de puntos le supone una reducción en su factura de muchos miles de euros (aunque en porcentaje pueda ser inferior a la rebaja para los sueldos inferiores). Al hacer la media aritmética entre todos, lo que queda es una reducción de 864 euros.
Por regiones
El informe también ha hecho referencia a cuánto ganarán perderán los contribuyentes dependiendo de la comunidad autónoma donde vivan. Así, manteniendo los diferentes tramos autonómicos como hasta ahora y los niveles de renta per cápita, las regiones con mayor porcentaje de ganadores serán Madrid (76,9%), Baleares (72,8%) y Cataluña (72,6%). Por el contrario, las comunidades con más contribuyentes perjudicados son Asturias (7%), Murcia (4,7%) y Cantabria (4,2%). En todos los casos podemos ver que los porcentajes son muy reducidos.
El documento concluye también que el tipo medio efectivo del IRPF pasará del 14,7% al 13,5%, lo que supone una disminución del 8,19%. Respecto al tipo marginal, según Funcas pasará del 32,7% al 31,6%, aunque en este caso no todos los contribuyentes se beneficiaran de la rebaja durante 2015. Y es que aquellos con bases liquidables de entre 20.000 y 34.000 euros experimentaran un ligero incremento en su tipo marginal (aunque no en el tipo medio). Por el contrario, los contribuyentes con bases liquidables superiores a 120.000 euros se beneficiaran de una notable rebaja en su tipo marginal (de nuevo, fueron los más perjudicados en diciembre de 2011).
En términos agregados, la reforma del IRPF supondrá un ahorro para los contribuyentes de 5.400 millones de euros en 2015 y otros 3.000 millones en 2016. El 89% de este ahorro vendrá de la modificación de la tarifa del IRPF y el otro 11% del resto de las medidas contenidas en la reforma.