El Gobierno aprobará previsiblemente este vienes el anteproyecto de ley de reforma fiscal, que incluirá la rebaja del IRPF y del Impuesto de Sociedades de unos 7.600 millones de euros, y que se centrará fundamentalmente en rebajar la imposición directa después de las subidas acometidas en 2012, que han situado la fiscalidad de ambos impuestos en niveles históricamente elevados.
La intención del Ejecutivo con esta rebaja, que entrará en vigor de manera escalonada en 2015 y 2016, es devolver a los ciudadanos el esfuerzo que han realizado durante los años de recesión y, con ello, impulsar la demanda interna, el crecimiento económico y la creación de empleo. La rebaja del IRPF será de 5.000 millones de euros y la del Impuesto de Sociedades, de unos 2.600 millones.
En el IRPF, impuesto del que a partir del 1 de enero de 2015 estarán exentos quienes ganen menos de 12.000 euros al año, se rebajarán a cinco los siete tramos actuales, de tal manera que el tipo mínimo, del 24,75%, se situará por debajo del 24% y el marginal, situado en el 52%, se verá también recortado, muy previsiblemente por debajo del 50%, porcentaje que algunas fiscalistas consideran "confiscatorio". El resto de los tipos de los demás tramos también se rebajarán.
Junto a ello, se elevarán los mínimos personales y familiares, especialmente por cuidado de hijos, para familias numerosas y para aquellos hogares que tengan algún dependiente o anciano a su cargo. Lo que no se eliminará, a pesar de ser una recomendación del grupo de expertos, es la deducción por compra de vivienda para quienes adquirieron su casa antes del 1 de enero de 2013 ni se imputará la vivienda habitual en el IRPF, también una propuesta de la 'Comisión Lagares'.
El régimen de módulos se mantendrá finalmente, pero se restringirá a aquellos sectores que facturan directamente al cliente final, como bares, restaurantes, peluquerías, taxis, pequeño comercio y agricultura y pesca, para evitar el fraude en las facturas. Además, los autónomos verán reducida su retención del 21% al 19% y se introducirá una retención aún menor para los trabajadores por cuenta propia con rentas más bajas.
Rebaja de la fiscalidad del ahorro
El nuevo IRPF mantendrá la dualidad actual de rentas del trabajo y rentas del ahorro y, al igual que hará con las rentas procedentes del trabajo personal, también reducirá la fiscalidad de las rentas del capital. Actualmente, están gravadas en tres tramos: al 21% las ganancias de hasta 6.000 euros, al 24% entre 6.000 y 24.000 euros y al 27% a partir de este importe.
La idea del Gobierno es establecer un tipo único con independencia de la plusvalía generada, que podría ser el mismo que el tipo mínimo que se fije en el IRPF y que se situará por debajo del 24%, y en cualquier caso, quiere favorecer fiscalmente el ahorro a largo plazo frente a las ganancias más especulativas.
La tributación de las empresas también se rebajará en la nueva reforma fiscal. Así, el tipo del Impuesto de Sociedades, situado en el 30% para las grandes empresas, se rebajará al 25% de forma gradual en dos años, 2015 y 2016, y al mismo tiempo se eliminarán gran parte de las actuales deducciones de este impuesto, pero se mantendrán algunas de las más importantes: la deducción por reinversión de beneficios, por I+D+i y por gastos financieros, que eso sí, podría recortarse aún más de lo que ya se ha hecho en los últimos años. La idea es acercar el tipo nominal al efectivo.
Lo que no se va a tocar es el IVA, cuyo tipo general se ha elevado en los últimos años hasta el 21%, salvo en los productos sanitarios a los que está obligada España por imposición de Bruselas, que deberán subir del 10% al 21%, y tampoco parece probable que el Gobierno vaya a aumentar el gravamen de los impuestos que gravan el consumo de alcohol, tabaco y gasolinas, a pesar de ser uno de los más bajos de Europa.
Entrada en vigor del año electoral
Sí puede incluir, en cambio, nuevos impuestos medioambientales, el incremento del Impuesto sobre Bienes Inmuebles, tal y como pedía la 'Comisión Lagares', o el establecimiento de un tipo único en el Impuesto de Sucesiones y Donaciones para evitar la competencia fiscal que hay actualmente entre comunidades autónomas, algunas de las cuales han establecido una exención del 99% en el caso de las donaciones entre padres e hijos y cónyuges.
Una vez que el Gobierno dé luz verde este viernes al anteproyecto de ley de reforma fiscal se abrirá un plazo de audiencia pública antes de aprobar definitivamente la reforma, con la intención de que llegue a las Cortes en el mes de julio a más tardar para que pueda entrar en vigor en 2015 y que los ciudadanos noten ya en su nómina de enero del próximo año la rebaja del IRPF, que coincidirá con un año electoral, con elecciones municipales y autonómicas en primavera y generales en otoño.