En los últimos días se ha incrementado la polémica en torno a las últimas aplicaciones surgidas para compartir los gastos de un viaje. De hecho, la Asociación Gremial de Auto Taxi y la Federación Profesional del Taxi ha convocado a los taxistas de Madrid a un paro de 24 horas, desde las 6 horas de este miércoles hasta las 6 horas de mañana, contra la que consideran "ilegal" aplicación Uber, la app que fomenta el traslado de pasajeros mediante el denominado consumo colaborativo.
Desde que el pasado lunes el Ministerio de Fomento emitiese un comunicado en el que recordaba que las personas y empresas que transporten viajeros por cuenta ajena a cambio de una retribución económica "necesitan contar con la autorización de la Administración" y amenazase con multas, plataformas como Uber y Bablacar han pasado al primer plano informativo.
Sin embargo, tras el revuelo, Fomento matizaba que el Ministerio "no multará a las plataformas de coches compartidos si sus conductores no ejercen una actividad profesional", lo que, automáticamente, excluía a los usuarios de Blablacar.
La compañía, que pone en contacto a conductores que van a hacer un viaje con asientos vacíos y viajeros interesados en ese mismo destino, ha aclarado que están tranquilos pese a las protestas porque su usuarios no buscan "ánimo de lucro". Vincent Rosso, responsable de la compañía en España, explica en una entrevista a Libre Mercado y esRadio, por qué Blablacar está dentro de la ley.
-¿Cómo estáis viviendo estos días de polémicas, huelgas de algunos sectores del transporte y noticias en la prensa?
-La verdad es que bien, con tranquilidad. Es un momento de transición y cambio, ha habido un poco de confusión sobre lo que es compartir coche como nosotros y otras aplicaciones que tienen problemas con los taxistas. Ha sido también una oportunidad para explicar y aclarar a los ciudadanos lo que hacemos y cómo lo hacemos, y lo que hacen nuestros usuarios. Fue una oportunidad importante para informar.
-Tras la confusión inicial, parece que Fomento os ha dejado fuera de las amenazas de denuncia por ilegalidad en el servicio. ¿En qué se diferencia Blablacar de Uber?
-Los usuarios de Blablacar lo que hacen es publicar un viaje que van a hacer, que iban a hacer de todas formas solos, para ofertar los asientos que se quedan libres dentro del coche para que otros pasajeros puedan ir al mismo destino. Lo que hacen con eso es compartir los gastos del viaje, y eso hace que el ánimo de lucro por parte del conductor no exista.
Lo que quieren es compartir coche para que el viaje les salga más económico. Lo que es una compartición de gastos también para el pasajero. Ni contratan ni operan un servicio de transporte público, no se aplican las acciones del Ministerio de Fomento, que son para los que buscan un ánimo de lucro.
No somos un sistema de transportes, sino un acuerdo privado entre personas para compartir gastos. Es como si me voy de vacaciones o de viaje con mi familia, amigos o vecinos.
-¿Temen que en el futuro, debido a las presiones de los sectores afectados, os intenten ilegalizar?
-Eso es una especulación. En ninguno de los doce países donde estamos hemos tenido problemas de desautorización para el servicio que hacemos. Este tipo de servicios se llevan haciendo en Europa desde hace más de 40 años, es algo que está totalmente integrado dentro de la cultura. Todo el mundo lo ve muy normal porque al final es sentido común: si podemos ahorrarnos dinero y gastar menos en gasolina nos viene muy bien a todos.
-¿Ha habido comunicación directa entre vosotros y Fomento?
-Sí, estamos en contacto. De hecho, vamos a volver a ponernos en contacto en breve para aclarar la situación y para trabajar juntos porque creemos que aportamos una alternativa, un complemento a la red de transportes públicos, que, al final, es un acuerdo privado entre el ciudadano y el conductor entre personas. Nuestra aplicación supone dar más opciones a los usuarios.
-Hace unos meses comentasteis, en otra entrevista a Libre Mercado, vuestra intención de cobrar comisión al servicio como en otros países.
-Estamos con ese plan de monetizar y proporcionar sobre todo un sistema de reserva que permita garantizar la fiabilidad entre las personas y que así el pago se va a hacer de antemano, en plataforma de pago seguro. Le vamos a aplicar un 10% de gastos de gestión para perfeccionar nuestra actividad en España. Eso está en marcha desde el 1 abril en fase piloto y vamos a ir aplicándolo poco a poco.
-Uno de los motivos que hacen que seáis una plataforma dentro de la ley es que vuestros usuarios no tienen ánimo de lucro. ¿Cómo se calculan los precios en Blablacar?
-La plataforma calcula en función de la distancia ente el punto de origen y destino. Hace una estimación de los gastos que corresponden a ese trayecto y el conductor puede subir o bajar el precio un poco más para hacer la oferta más atractiva.
Además, si ofrece servicios adicionales, aporta algunos pluses como es recoger a la persona cerca de su casa o un coche de mejor categoría, entonces puede subir un poco más los precios, pero siempre en unos límites que estén dentro del gasto compartido.
-¿Qué diría al gremio de taxistas o de autobuseros que critican vuestros servicios y se sienten amenazados?
-Creo que Blablacar no afecta al gremio de taxistas por dos motivos. Por un lado, porque nosotros lo que hacemos es compartir gastos y, además, la distancia media de nuestros viajes son más de 350 km, por lo que no estamos dentro de su actividad. No tienen que temer nada de nuestra actividad, sino todo lo contrario.
En cuanto a los autobuseros, la mayoría de las rutas que se oferta en Blablacar no las ofrecen los autobuses, se trata de trazar un hilo de transportes más fino. Blablacar responde a la demanda que hasta ahora nadie ofrecía, nos complementamos muy bien con la red de transportes, no creo que haya conflicto con el gremio de transportes.