La polémica está echada. La Asociación de Empresarios de Estaciones de Servicio de Asturias y los sindicatos del sector han pedido al Gobierno del Principado de Asturias que prohíba las gasolineras low cost. Estas gasolineras se caracterizan por abaratar el precio del combustible entre 5 y 9 céntimos el litro, gracias a la completa automatización de su servicio, prescindiendo de empleados.
Por su parte, el consejero de Presidencia y portavoz del Gobierno regional del PSOE, Guillermo Martínez, se manifestó el miércoles en contra de este tipo de establecimientos. En declaraciones recogidas por El Comercio, el portavoz recordó que las gasolineras low cost están amparadas por una norma estatal, pero subrayó que el Gobierno regional ha dado muestras de su "disconformidad con la aplicación de esta medida al Ministerio de Industria" y "ha mantenido siempre la misma posición de rechazo".
Pese a que en reiteradas ocasiones Libre Mercado ha tratado de ponerse en contacto con el Principado de Asturias para conocer si pretende restringir las gasolineras low cost, como ocurre ya en Navarra, Andalucía o Castilla-La Mancha, el contacto no ha sido posible.
Por su parte, fuentes del sector del combustible a nivel nacional, preguntadas por este periódico, entienden que, mientras el establecimiento respete la legalidad vigente, su actividad es bienvenida al ser parte de la competitividad empresarial. Estas mismas fuentes alegan que el nerviosismo por este tipo de establecimientos es consecuencia de la crisis que vive el sector, que ha visto reducido su volumen de venta de carburante en un 27% en los últimos años.
La Unión de Consumidores de Asturias declara que las gasolineras low cost "son una respuesta razonable a una situación que se han buscado las petroleras y los distribuidores de carburantes". Para el presidente de la delegación asturiana, Dacio Alonso, las low cost rompen el margen comercial que tienen las gasolineras de un 20%, fruto de pactar precios entre los propios establecimientos. "Es un abuso y tienen su merecido", concluye.
Por su parte, desde la Asociación de Empresarios de Estaciones de Servicio, que tampoco han atendido las peticiones de información de LM, aseguran en su web que las gasolineras low cost ejercen una competencia desleal, al no cumplir la normativa que se le exige al resto.
Los propietarios de establecimientos tradicionales entienden que "en las gasolineras automatizas se merma la seguridad, al no haber nadie controlando". Asimismo, la patronal del sector subraya que "se niegan derechos a los consumidores y discapacitados".
Además, esta asociación argumenta que las estaciones deben suministrar también servicio de aire y agua y si carece de personal no es posible la verificación de los aparatos medidores de presión y, por lo tanto, en caso de error no hay posibilidad de dejar sin servicio dicho aparato a presión.