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Gracias a las exportaciones

Danosa, una empresa de construcción que crece y crea empleo en plena crisis

Esta empresa mediana ha logrado crecer en plena debacle del ladrillo gracias a su firme apuesta por el mercado exterior.

Esta empresa mediana ha logrado crecer en plena debacle del ladrillo gracias a su firme apuesta por el mercado exterior.

El paradigma de la crisis en España es, sin duda, el sector de la construcción. Sin embargo, pese a que en los últimos seis años han desaparecido miles de empresas relacionadas con el ladrillo, con el consiguiente despido de personal, existen excepciones.

Así, por ejemplo, los promotores que han logrado sobrevivir a la debacle son los de la vieja escuela, los que edificaban sin apenas recurrir al crédito y, por tanto, gozaban de un escaso apalancamiento. Curiosamente, a ésos les llamaban "tontos" en pleno boom crediticio por no aprovechar la abundante y casi gratuita financiación bancaria.

Pero no son los únicos. Existen otras empresas del sector que incluso crecen y crean empleo a pesar de la crisis. Éste es el caso de Danosa, una empresa familiar, de tamaño medio, con más de 50 años de experiencia en el sector de la construcción, dedicada a la fabricación de productos para mejorar la habitabilidad y acondicionamiento de edificios, desde la impermeabilización y aislamiento de estructuras hasta la producción de claraboyas.

¿Las claves de su éxito? Moderado apalancamiento, con una estructura de plazos consistente (financiando inversiones a largo plazo con crédito a largo plazo); negocio diversificado; y, sobre todo, internacionalización. En este sentido, la revolución silenciosa que está experimentando la economía española radica, precisamente, en la orientación hacia las exportaciones.

Danosa es un claro ejemplo de ello. Esta pyme, fundada en 1964, puso en marcha su primera filial extranjera en 1978, tras desembarcar en Puerto Rico, pero ha sido en los últimos años cuando ha intensificado su expansión en el mercado exterior.

Desde 2012, ha creado nuevas filiales en Marruecos, Reino Unido, Colombia y Shanghai. Asimismo, el pasado año creó una joint-venture para desarrollar una nueva fábrica en India, -Tikidan-, con el objetivo de abastecer al creciente mercado local y servir de plataforma para entrar en el emergente y prometedor continente asiático. Y este mismo año, la compañía ha adquirido Eurofoam Portugal, una fábrica de poliestireno extruido con 25 empleados

"Cada una de nuestras inversiones se analiza minuciosamente, ya que no se trata de tener presencia internacional a cualquier precio, sino de conseguirlo de manera rentable. De hecho, y pese a que la fábrica de India lleva pocos meses en funcionamiento, ya ha conseguido beneficios, que si bien son de una cuantía modesta, nos permite estar presentes en un mercado con un enorme potencial a corto plazo sin que ello suponga un lastre en nuestro presupuesto", explica Manuel del Río, consejero delegado de Danosa.

Otro de los aspectos a tener muy en cuenta es la diversificación del negocio, apostando por el desarrollo de nuevos productos para adaptarse a las nuevas condiciones del mercado. "Se trata de diversificar nuestra oferta de manera que podamos ofrecer a los clientes soluciones integrales más que productos aislados", añade Del Río. "Esta estrategia nos permite ofrecer todo lo necesario para cubrir cualquier necesidad específica a precios muy competitivos".

En total, la empresa ha invertido unos 7 millones de euros durante la crisis para potenciar sus procesos de diversificación e internacionalización. La prueba más evidente de esta orientación hacia la innovación y el mercado exterior se refleja en sus números.

Así, mientras que en 2008, su facturación en internacionalización y nuevos productos apenas rondaba el 28%, hoy alcanza el 75%, sorteando con comodidad el profundo desplome inmobiliario que ha sufrido España. En 2008, sus ventas al exterior apenas superaban los 15 millones de euros, mientras que este año confían en rozar los 50 millones (60% del total).

"De no haber sabido reaccionar a tiempo, nuestra facturación actual sería el 28% de la que teníamos en 2008, lo que significa que, casi con toda probabilidad, estaríamos en la lista de empresas abocadas a desaparecer", concluye Del Río. Por el contrario, Danosa facturó 68 millones de euros en 2013, obteniendo un EBITDA del 11,2%. Este año prevén facturar 82 millones de euros. Como consecuencia, en los últimos cuatro años ha incrementado su plantilla en un 56%, llegando a los 250 empleados.

Danosa es, por tanto, un ejemplo concreto de la internacionalización que están viviendo las empresas españolas -no sólo las grandes, sino también las medianas-, en un sector, además, fuertemente golpeado por la crisis, como es el de la fabricación de productos para la construcción.

En Libre Mercado

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