Era un secreto a voces. Barclays no sorprendió a nadie cuando anunció este jueves que abandonaba su negocio minorista en España. Dentro de su nuevo plan estratégico, la red comercial del banco británico dejará de tener presencia en otros países como Italia, Francia y Portugal. "La banca de particulares en Europa no le estaba reportando a Barclays la rentabilidad que deseaba", admiten fuentes del banco a Libre Mercado.
Además de alejarse de la banca minorista del Viejo Continente, también recortará su actividad en la división de banca de inversión. Por ello, de aquí a 2017, Barclays despedirá a un total de 19.000 empleados en todo el mundo, de los que 14.000 se van ejecutar este año.
El banco británico todavía no ha dado ninguna cifra sobre cuántos de esos despidos le corresponderán al mercado español. La puesta en marcha del nuevo plan "no significa una pérdida inmediata de puestos de trabajo", decía el portavoz del grupo, Will Owen. "No es que los empleados de Barclays en España vayan a quedarse sin trabajo mañana", añadía. En nuestro país, la entidad tiene en plantilla a 2.800 trabajadores, de los que 2.200 pertenecen a la red minorista de la que se va a desvincular.
Actualmente, Barclays tiene 271 oficinas repartidas por todo el territorio. La Comunidad de Madrid es la región donde tiene más presencia, con 103 sucursales. De lejos, Andalucía y Cataluña siguen a la capital, con 32 y 29 oficinas, respectivamente.
Barclays desembarcó en España en el año 1974. Su operación más importante en el mercado nacional a lo largo de estas cuatro décadas fue la compra de banco Zaragozano en 2003. Esta adquisición le aportó 80.000 clientes y una red de 361 suscursales que se sumaron a los 190.000 clientes y a las 165 sucursales con las que ya contaba en nuestro país.
Fue con el pinchazo de la burbuja inmobiliaria cuando la entidad empezó a perder fuerza en el mercado español. A partir de 2007, Barclays empezó a reducir sus beneficios hasta que en 2011 entró en unos números rojos de más de 200 millones de euros, de los que no ha conseguido salir. En concreto, a cierre del pasado año, el banco registró unas pérdidas de 250 millones de euros en España, según los datos de la Asociación Española de la Banca (AEB)
El negocio de la banca minorista en España "es un buen negocio", pero "no encaja en el nuevo plan estratégico" del banco, afirmaba Owen.
600.000 clientes en España
Las mismas fuentes de la entidad explican que Barclays seguirá manteniendo en España el área de banca corporativa, el de tarjetas, parte de la banca de inversión y el negocio de clientes de alto patrimonio.
Dentro del plan para deshacerse del área minorista, Barclays creará un banco malo para que lleve a cabo el proceso a través de dos caminos: la venta a otra entidad o la liquidación. Fuentes del sector auguran que la primera opción será la "más cómoda para Barclays". Santander y BBVA figuran entre los nombres de los grandes bancos interesados en hacerse con el negocio.
Si finalmente se acabara vendiendo a otra entidad, los 600.000 clientes que tiene Barclays en España pasarían a formar parte de la entidad compradora automáticamente. La segunda alternativa sería más complicada. Desde el banco, dicen que las fórmulas para sus todavía clientes "serían infinitas". Se podría seguir trabajando con ellos desde otro país o se crearía una sociedad de liquidación. En cualquiera de los casos, "los clientes no verían modificadas sus condiciones actuales y la liquidación no tendría ningún impacto económico en sus cuentas".
El banco británico niega que haya recibido un aluvión de llamadas de su clientela preguntándole sobre qué va a pasar con sus ahorros. "Somos un banco un una clientela de rentas medias-altas. Nuestros clientes tienen una relación muy estrecha con sus gestores y son ellos los encargados de resolverles todas sus dudas", declaran.
Igualmente, hay que recordar que Barclays opera en España bajo el amparo del sistema financiero nacional. Así, el Fondo de Garantía de Depósitos cubre hasta 100.000 euros por titular, lo que en el caso de una cuenta con varios titulares multiplica la cantidad cubierta. De todos los bancos extranjeros que operan en España sólo ING no se ha adherido al Fondo, sino que opera con la cobertura del Sistema de Garantía de depósitos Holandés, que también protege a sus clientes como en España, con un máximo de 100.000 euros.