La reunión de mayo del Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) dejará previsiblemente sin cambios la política monetaria de la institución, que podría adoptar nuevas medidas de estímulo en los encuentros de junio o julio en función de cómo evolucionen los datos de inflación en la unión monetaria.
La tasa de inflación en la zona euro repuntó en abril hasta el 0,7% desde el mínimo del 0,5% registrado en marzo, por el efecto alcista de la Semana Santa. Sin embargo, el dato se situó pese a este repunte una décima por debajo de lo que esperaba el mercado.
Además, los analistas ven "previsible" que la tasa de inflación vuelva a retroceder en el mes de mayo, lo que podría dar razones al BCE para anunciar nuevos estímulos, a pesar de la recuperación de la economía y tras las elecciones europeas del 25 de mayo.
Varios miembros del BCE han incidido en las últimas semanas en que la institución está dispuesta a adoptar nuevas medidas de estímulo monetario en caso de que sea necesario, pero su presidente, Mario Draghi, también ha incidido en que un programa de compra de deuda, la medida más demandada, no es "la opción más probable ni sería inminente".
Asimismo, organizaciones internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) han pedido al BCE que recorte los tipos de interés hasta cero y adopte medidas extraordinarias adicionales, que podrían incluir compras de deuda.
El estratega de mercados de IG Daniel Pingarrón considera "altamente improbable" que el BCE anuncie alguna nueva medida en la reunión de este jueves. "La ausencia de novedades no debería mover el mercado en absoluto, pues nadie lo espera", incidió Pingarrón, quien sí ve en la rueda posterior de Draghi un "claro dinamizador del mercado".
"Decisiva" reunión de junio
En su opinión, Draghi tendrá que lidiar con factores contrapuestos, como la subida de la tasa de inflación en abril o el riesgo de que la fortaleza del euro tenga consecuencias deflacionistas, por lo que su discurso provocará movimientos del mercado en la medida en la que unos factores ganen más peso frente a otros de cara a la "decisiva" reunión de junio.
Desde Citi, dudan de que haya presión suficiente para un nuevo recorte de tipos en mayo tras la subida de la inflación en abril y los signos de mercado en el préstamo bancario. Por ello, ven más probable que se tomen medidas en junio, ya que el BCE tendrá tiempo para discutir medidas como un programa de compra de deuda, que prevé se active en el cuarto trimestre de este año.
En esta línea, los analistas de Renta 4 tampoco esperan un programa de compra de deuda "a corto plazo", pero no lo descartan "más adelante", en la reunión de junio o de julio. Esto dependerá de una posible intensificación de las presiones deflacionistas fundamentalmente ligada a una apreciación del euro, ya que el ciclo económico parece estar cobrando brío.
Por su parte, el escenario central para la eurozona elaborado por BofA Merrill Lynch no contempla un programa de estas características y, en cualquier caso, es improbable que se apruebe antes de finales de tercer trimestre. En su opinión, esta medida exigiría una mayor revisión a la baja de las previsiones de inflación.
Compra de dueda
Respecto a un 'Quantitative Easing' en Europa similar a los puestos en marcha por la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) o el Banco de Inglaterra (BoE), el analista de XTB Jorge López afirma que parece "muy sencillo" porque una simple inyección de liquidez provocaría una mejora en la inflación y depreciaría el euro.
Sin embargo, añade que el BCE sabe que una inyección de liquidez no produciría de manera inmediata una mejora en la inflación ni en la economía de la zona euro, ya que el problema es ver cómo se canaliza esta inyección, porque la inflación no se solventa a través de las entidades financieras y hay que tener en cuenta al consumidor de a pie.
"Si esa inyección tuviera unas directrices claras con un objetivo concreto, tal vez ya no sería una quimera, sino un hecho que ya estaría teniendo sus consecuencias", remarca López, quien cree que hasta que esto llegue, "porque la posibilidad existe y es real", está mucho más próxima una nueva bajada de tipos de interés.