Las dos medidas clave de la Ley de Emprendedores aprobadas por el Gobierno el año pasado han sido un auténtico fracaso. Por un lado la figura del emprendedor de responsabilidad limitada para que los empresarios puedan proteger su vivienda ante embargos tuvo una escasa acogida, según adelantó Libre Mercado. Y por otro, el IVA de caja, según los datos que ha avanzado este martes el ministro de Hacienda, ha corrido la misma suerte. Cristóbal Montoro, ha asegurado que tan sólo 22.000 personas físicas y jurídicas (autónomos y pymes) se han acogido al IVA de caja, el sistema que permite pagar el impuesto una vez que se ha abonado la factura.
El Gobierno estimaba que esta medida podría beneficiar a aproximadamente 2,3 millones de contribuyentes. Sin embargo, desde el principio la acogida entre los empresarios fue bastante limitada como adelantaban desde el sector. Montoro ha adelantado el dato este martes en la sesión de control al Gobierno en el Pleno del Senado en respuesta a la pregunta del senador socialista y portavoz del PSOE en la Comisión de Industria, Energía y Turismo, Jesús Alique sobre "el fracaso" de este sistema.
Montoro ha recordado que el IVA de caja era una reivindicación "clásica" de los autónomos y los pequeños empresarios, y que la medida se aprobó fijando los umbrales máximos que permite la directiva comunitaria. Según el ministro, 22.000 personas físicas y jurídicas se han acogido a la medida en la "primera vuelta", una cifra "relevante" teniendo en cuenta que es la primera vez que se pone en marcha una iniciativa de este tipo.
Además, ha asegurado que el IVA de caja cobra su "mayor sentido" cuando la morosidad es alta y, "afortunadamente", los plazos de pago en las administraciones se están reduciendo de forma "espectacular". De hecho, ha asegurado que el Estado tarda ahora la mitad de lo que tardaba en pagar sus facturas.
En cualquier caso, Montoro ha reconocido que el procedimiento es nuevo y que, por ese motivo, el mismo Gobierno también está aprendiendo y está abierto a sugerencias de mejora por parte de la oposición en el marco de la reforma fiscal. "Tendremos ocasión de debatir esto", ha dicho. Por su parte, Alique ha asegurado que la medida "no ha calado" y ha sido un "fracaso", al tiempo que ha criticado la labor del Gobierno de Mariano Rajoy al hablar de la recuperación de un país que no refleja el sentir de los ciudadanos.
Las claves del fracaso
El régimen del IVA de caja consiste en un criterio de caja doble, es decir, una fórmula para que empresas y autónomos pudiesen liquidar este gravamen en el momento de cobrar la factura y no antes. Es decir, se supone que el empresario no pagará el IVA hasta que cobre. Pero esto no es cierto y crea una especie de ilusión monetaria según los expertos. El Gobierno vendió antes de aprobar esta modalidad que la medida favorecería a más de dos millones de empresarios que facturen menos de dos millones de euros aliviando su tesorería por no tener que pagar el IVA si no cobraba.
Pero la medida tenía letra pequeña y es lo que hace que en cierto modo los autónomos y empresarios no la hayan visto como una gran oportunidad. La medida tiene un carácter temporal, es decir, el empresario deberá ingresar el IVA repercutido o podrá deducirse el IVA soportado, correspondiente al precio no cobrado o no pagado, total o parcialmente, el 31 de diciembre del año siguiente. En definitiva que la medida que se suponía aliviaría las cuentas de los autónomos al no tener que pagar el IVA hasta que no lo cobrasen en realidad tiene una duración de un año. Es decir, si pasado ese año sigue sin cobrar el IVA tendrá que abonarlo igual.
Por otra parte, la complejidad administrativa para adherirse a la norma, ha podido también desincentivar la adscripción a la misma. Pero, sin duda, el problema más importante, denunciado en multitud de ocasiones por las asociaciones de autónomos, han sido las amenazas de las grandes empresas a proveedores que se acojan al IVA de caja. El presidente de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA), Lorenzo Amor, ha reconocido en varias ocasiones en los últimos meses que "no es generalizado, pero es verdad" que muchos proveedores han recibido cartas de grandes empresas 'aconsejándoles' que no se acojan al IVA de caja lo que ha desincentivado a muchos empresarios ante el miedo de perder su empleo.
En sectores de la construcción o el transporte ha habido "recomendaciones" de las grandes empresas a sus proveedores, en el sentido de que si se acogen al IVA de caja, dejarán de trabajar con ellos, ya que no podrán deducirse este impuesto sin haber pagado antes la factura.
Por su parte, la Asociación Española de Asesores Fiscales y Gestores Tributarios (Asefiget) también dudaba hace unos meses de que el IVA de caja fuese a ser efectivo, dado que el sistema aprobado "tiene letra pequeña y no garantiza la protección a pymes y autónomos".
En este sentido, los asesores fiscales indicaban que el receptor de la factura no podría deducirse el IVA hasta que no pague dicha factura, por lo que muy pocas pymes se podrían acoger a este sistema, dado que ninguna va a correr el riesgo de indicar a su cliente, sobre todo si es gran empresa, que no se puede deducir el IVA de la factura. "Lo más fácil ante esta situación es que el cliente le diga a la pyme que cambia de proveedor", advertían entonces.