Abril ha registrado varias cifras récord en materia laboral, pero lo más importante es que no se trata de un hecho puntual. España, por ejemplo, acaba de cerrar el mejor primer cuatrimestre en cuanto a paro y empleo desde que empezó la crisis, a mediados de 2007. Los siguientes gráficos reflejan este cambio de tendencia.
España contaba en abril con un total de 4.684.301 parados apuntados a las listas del antiguo Inem. De este modo, el paro registrado bajó en 111.565 personas respecto al pasado marzo, el mayor descenso experimentado en un mes de abril de toda la serie histórica. Asimismo, el paro bajó un 2,33% intermensual, la mayor caída en términos relativos en abril desde 2006.
Este mes suele arrojar datos positivos en cuanto al paro debido al impacto coyuntural de las vacaciones de Semana Santa, pero una vez eliminado el efecto estacional, el paro bajó en 50.202 personas respecto a marzo, lo cual contrasta con el aumento promedio de 37.000 parados en los últimos cinco años. Se trata también de la mayor caída del paro desestacionalizado en un mes de abril de toda la serie histórica.
En los últimos doce meses, el paro ha caído en 304.892 personas, equivalente a una tasa del -6,11% inteanual. En este caso se trata, igualmente, del mayor descenso en un mes de abril de la serie histórica, tanto en términos absolutos como relativos. Mientras, a nivel desestacionalizado cae en 294.600 desempleados, otra cifra récord.
Sin embargo, más allá del dato concreto de abril, lo relevante es el cambio de tendencia que viene experimentando el mercado de trabajo en los últimos meses. No en vano, la economía nacional ha empezado a crear empleo, aunque de forma tímida, al tiempo que el paro ha empezado a descender.
Como consecuencia, el desempleo acaba de registrar el mejor primer cuatrimestre desde que estalló la crisis. El número de parados en abril ha bajado en unos 17.000 respecto al cierre de 2013, lo cual no sucedía desde el mismo período de 2006 (-27.200). En este sentido, cabe recordar que el paro aumentó en 140.470 personas en el primer cuatrimestre de 2013. De hecho, en términos desestacionalizados el paro cae en algo más de 126.000 personas respecto al pasado diciembre, muy superior al descenso experimentado en los cuatro primeros meses de 2006 (-29.600).
Creación de empleo
Y lo mismo sucede en materia de empleo. El volumen de afiliados a la Seguridad Social se situó en un total de 16.430.053 en abril. Esto supone un aumento de 133.765 ocupados respecto a marzo, la mayor subida en abril desde 2005, año en el que tuvo lugar la última regularización extraordinaria de inmigrantes en España. Dicha cifra equivale a un incremento del 0,82% intermensual, también la mayor tasa desde abril de 2005.
Cabe recordar que, desde que comenzó la crisis, abril ha arrojado una creación media de 50.658 empleos, casi tres veces menos que el pasado mes. Asimismo, una vez descontado el efecto estacional, el número de afiliados creció por octavo mes consecutivo, tras sumar 61.111 personas.
Por otro lado, la Seguridad Social sumó 197.701 afiliados (1,22%) en los últimos doce meses. Se trata del mayor incremento en términos absolutos en un mes de abril desde 2008, cuando la afiliación media avanzó en 205.053, y el mayor avance en términos relativos desde abril de 2007 (3,30%). El términos desestacionalizados, la ocupación creció en 198.500 personas.
Por último, el volumen de afiliados aumentó en 72.500 ocupados en el primer cuatrimestre, el primer incremento desde el mismo período de 2007, justo antes de estallar la crisis, cuando subió en 235.800 ocupados. Una vez eliminado el efecto estacional, la ocupación también creció en 156.300 personas respecto al pasado diciembre.
Abril, por tanto, no es sólo un dato aislado, sino la continuación de la favorable tendencia que experimenta el mercado de trabajo en los últimos meses. Todo apunta a que la destrucción de empleo ha tocado fondo, la cuestión ahora es saber a qué ritmo se recuperará el mercado laboral del histórico deterioro sufrido en los últimos años, siempre y cuando la economía crezca y no vuelva a caer en recesión.