La Comunidad de Madrid ya ha empezado a recoger los frutos de tener el sector del comercio más liberalizado de España. En julio del año 2012, el Gobierno aprobó la reforma de la legislación comercial que liberalizaba el sector. La nueva norma permitía a los comercios españoles abrir sus puertas al público todos los días del año y las horas que consideraran oportuno. Tampoco tendrían restringidos los periodos de rebajas en enero y en junio. Madrid fue la primera región en beneficiarse de la ley, al contrario que Cataluña, que para ganarse de la simpatía del pequeño comerciante decidió blindar su modelo de horarios por la vía del decreto autonómico.
Con esta medida, la Comunidad de Madrid también eliminó todas las licencias que hasta entonces eran obligatorias para iniciar una actividad comercial. Actualmente, para abrir un negocio en el sector sólo son necesarias una declaración responsable en la que el comerciante manifieste que cumple con la normativa vigente; el proyecto o documentación técnica que sea preciso en cada caso y el pago de la tasa municipal establecida.
El incentivo al consumo y el aumento del número de comercios, fueron los principales argumentos del Ejecutivo regional madrileño para justificar la entrada en vigor de esta medida. Ahora, los datos le avalan. Según el informe sobre el impacto de la Ley de de Dinamización Comercial de la Comunidad de Madrid, la liberalización del comercio ha conseguido crear 5.018 empresas, desde su entrada en vigor y hasta el último trimestre de 2013. En los meses de enero y febrero de 2014, la tendencia sigue siendo positiva, ya que se han lanzado 640 nuevas empresas comerciales.
En materia laboral, desde hace año y medio, se han generado un total de 12.967 empleos en la región, según los datos de la EPA. Si tenemos en cuenta las cifras de empleo del conjunto de España en el sector, el resultado es mucho más significativo debido a que, en el mismo periodo, se destruyeron 12.012 puestos de trabajo. Respecto a la contratación, en la Comunidad de Madrid los contratos indefinidos en el comercio alcanzaron el 84,6% del total, mientras que la media española se situó en 79,2%. Madrid lidera también el ranking de los contratos a tiempo completo, que representan el 77, 7%, cuando en España son del 72,9%.
Cambios en los hábitos de compra
El cambio de normativa ha modificado los hábitos de compra de casi 2,8 millones de madrileños, el 43% de la población. En el último año, el 56,2% de los encuestados admite haber comprado sus productos habituales en domingos y festivos. La amplia mayoría, el 89% de ellos, asegura que ha realizado sus compras en medianas y grandes superficies frente al 44% que ha optado por el comercio de proximidad.
Respecto a la percepción que los madrileños tienen de la liberalización comercial, un 68% cree que ha supuesto una mejora para los consumidores; un 42% la considera una oportunidad para los comerciantes; y para un 17%, mayores de 65 años y amas de casa con mayor disponibilidad para comprar el resto de días de la semana, no ha tenido una afectación especial.
Por nivel de ocupación, los estudiantes (78,7%) son los que más compran en domingos y festivos, seguidos por los trabajadores activos (67%) y los desempleados (66,5%).
Ahora Barcelona imita a Madrid
Mientras que la Generalidad de Cataluña, se ha mostrado contraria a esta norma por "la necesidad de mantener el comercio de proximidad para facilitar la conciliación laboral e impedir que los municipios catalanes se conviertan en una Tienda 24 horas", algunos municipios catalanes se le han revelado.
Los comerciantes de Barcelona junto al Ayuntamiento de Barcelona aprobaron el pasado mes de marzo un plan que les va a permitir abrir sus negocios los nueve festivos de julio y agosto (ocho domingos y el 15 de agosto), desde las diez de la mañana a dos del mediodía. Hasta ahora, la Generalidad sólo les permitía abrir cuatro festivos al año.
El secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz, ya le venía pidendo des el año pasado al Ayuntamiento de Barcelona que cumpliera la normativa estatal y designara "por lo menos" una zona de gran afluencia turística con libertad de horarios comerciales.
García-Legaz ha lamentado en rueda de prensa que la capital catalana sea la única ciudad española que, pese a cumplir los criterios que marca la ley, aún no ha delimitado ninguna zona de gran afluencia turística. "Creo que es una pena, sinceramente, porque Barcelona está perdiendo muchas oportunidades en el ámbito del comercio", comentaba Legaz hace unos meses.