La Tasa Tobin perjudicaría directamente a los ahorradores. Tras el preacuerdo entre los mandatarios de la UE, este antiguo impuesto vuelve a la palestra para gravar con un 0,1% las transacciones de acciones y bonos y con un 0,01% las de derivados.
Tal y como explica al diario El Economista el presidente de EFAMA -Asociación de Instituciones de Inversión Colectiva Europea-, Christian Dargnat, " se calcula que para una persona que invierta a 30 años en su plan de pensiones, esta tasa acabará con un tercio de su rentabilidad". En concreto, un particular que invierta un montante entre 1.000 y 10.000 euros vería encarecido entre un 25% y un 50% los costes de la operativa bursátil. La medida colocará en clara desventaja al mercado europeo frente a la City londinense y a Wall Street.
Asimismo, desde EFAMA alertan que, además de afectar directamente a inversores y ahorradores, este impuesto recaudará mucho menos de lo esperado por la UE. " Provocará una huida de ingresos fuera de Europa, ya que los bancos europeos optarán por realizar las operaciones fuera, ya que lo que consigue es restar competitividad".
También los fondos monetarios se verán afectados. Este hecho es especialmente grave, según defiende el presidente de EFAMA, ya que éstos compran el 40% de toda la deuda emitida por los bancos, que con el nuevo gravamen puede hacer recurrir en pérdidas de hasta el 1,5% a los fondos.
Exceso de regulación
Dargnat añade que la Unión Europea ha hecho en los últimos 15 años seis reformas de la regulación de los UCITS, Organismos de Inversión Colectiva de Valores Transferibles, "cuatro de ellas en los últimos cuatro años". Este hecho simboliza el exceso de regulación existente en la Unión Europea que está generando un gran coste para las industrias de inversión colectiva. Por ello, denuncia que mientras los activos en fondos en Europa han regresado ya a niveles de 2007, los ingresos de las gestoras siguen un 30% por debajo de dichos niveles.
Aún así, no todos son malas noticias para la industria. Desde EFAMA piden la misma transparencia que tienen ahora los fondos para todos los productos estructurados. Esta demanda parece que se hará efectiva este mismo mayo, cuando se apruebe la directiva que regula los PRIPS (Venta al Minorista de Productos de Inversión) y que obliga a todos los productos estructurados a aplicar el KID, documento público donde se recoge el riesgo que tiene un producto, además de sus costes.