El polémico informe de reforma fiscal presentado por la Comisión Lagares al Ministerio de Hacienda ya está generando dudas entre los inversores extranjeros. El pasado viernes, la publicación del documento desencadenó una notable preocupación ligada a los cambios propuestos para el Impuesto de Sociedades.
El principal punto de discordia tiene que ver con la propuesta número 34. Este epígrafe propone "medidas contra el excesivo endeudamiento por motivos fiscales". Según el grupo de expertos, conviene "reducir el sesgo" que favorece la financiación apalancada de actividades económicas.
Concretamente, la Comisión Lagares pide "establecer la deducibilidad fiscal sin limitación de los gastos financieros netos si éstos no superan la cifra de un millón de euros en cada ejercicio". A partir de dicho umbral, el documento habla de "considerar fiscalmente no deducibles los gastos correspondientes al exceso de endeudamiento de la entidad respecto al porcentaje sobre activos totales que se establezca". Dicha variable sería establecida inicialmente en un 65% y caminaría hasta el 50% en un calendario de reducciones anuales de tres puntos.
Con independencia del nerviosismo que generaron otros temas contenidos en el informe, los teléfonos empezaron a sonar en cuanto los equipos de analistas financieros radicados en la capital llegaron a este punto de la propuesta. Fondos asiáticos, belgas, alemanes y estadounidenses no tardaron en reaccionar, si bien la mayor preocupación llegó de la City londinense.
Los fondos de inversión, en pie de guerra
Sin duda, los fondos de inversión son los agentes del mercado que más pueden sufrir el cambio tributario propuesto por el equipo de Lagares. El patrimonio de los fondos ha recuperado en 2013 los niveles alcanzados en 2010, y la perspectiva para los dos próximos años era especialmente optimista.
Sin embargo, el informe del equipo designado por Hacienda ha alimentado numerosas dudas en el sector. Fuentes consultadas por Libre Mercado apuntan que el mercado teme que "justo ahora que se estaba recuperando la liquidez y se estaba apostando por los sectores productivos, una medida así puede cerrar las puertas de la financiación de muchas operaciones, dañando a no pocas empresas".
No hay que olvidar que los fondos de inversión apalancan (esto es, endeudan) mucho las compañías que adquieren. Estas transacciones cuentan hasta ahora con el beneplácito fiscal de la deducibilidad de los gastos financieros en la liquidación del IS.
Desde la City londinense, varios analistas aseguran a este periódico que eliminar esta posibilidad "no sólo haría que España fuera una rara avis dentro del mapa fiscal de la UE, sino que además generaría mayores costes transaccionales para los inversores extranjeros, que tendrían que contar con más asesores legales. El resultado: menor flujo de inversiones basadas en deuda, lo que supone una reducción significativa de la llegada de capitales a España".
En Madrid, por contra, los bancos de inversión y las consultoras tratan de apaciguar los ánimos de sus clientes, si bien reconocen a este periódico que la propuesta 34 "es un mazazo para la inversión productiva y la creación de empleo en un país con futuro incierto, pero que empezaba a recuperarse."
El sector, en pie de guerra
Fuentes del sector afirman que los inversores internacionales "están muy preocupados por la posibilidad de que se apruebe esta propuesta". De hecho, afirman incluso que, si el Gobierno asume este punto del documento, "se retirarán muchas inversiones y se ralentizará notablemente la entrada de capital en España".
No hablamos de una reacción insignificante, sino de la posibilidad de "estampida" que alejaría miles de millones de euros de la economía de nuestro país. El impacto se repartiría por diferentes sectores, si bien el riesgo podría ser mayor en el caso de empresas industriales, activos inmobiliarios y compañías del sector energético.
"Todo eso caerá si se aprueba la propuesta 34, e incluso si esas inversiones llegan, lo harán más tarde y en menor cantidad", explican diferentes fuentes del sector. De hecho, las filiales de la banca de inversión en España hablan incluso de "pánico" entre algunos de los grandes nombres del mercado.
El nerviosismo que ha levantado la propuesta en círculos financieros ha motivado ya diferentes acciones de lobby y cabildeo encaminadas a pedirle a los Ministerios de Economía y Hacienda que no asuman esta propuesta. No obstante, desde el Gobierno se ha comunicado al sector que el grupo de expertos está especialmente orgulloso de esta propuesta, por lo que el enfrentamiento puede ir a más.