A falta de menos de 24 horas para que finalice el plazo de adscripción voluntaria que ha otorgado Iberian Partners, la embotelladora de Coca-Cola en España, para que sus trabajadores se acojan a las nuevas condiciones del ERE, las negociaciones con los sindicatos están más que caldeadas.
El pasado el 22 de enero, Iberian Partners anunció un ERE que afectaría a 1.250 trabajadores y el cierre de 4 de sus fábricas en Fuenlabrada (Madrid), Alicante, Palma de Mallorca y Colloto (Asturias) para reestructurar un modelo productivo que tenía infrautilizadas algunas de sus plantas.
Tan sólo un mes después y por voluntad propia, ya que los sindicatos no han presentado ninguna propuesta alternativa, la compañía suavizó las condiciones del ERE. Unas condiciones bastante atractivas para los empleados afectados, sobre todo, teniendo en cuenta los mínimos establecidos con la actual reforma laboral. A continuación, los puntos clave del texto:
- Afectados: se reduce de 1.250 a 1.190 el número de afectados por el ERE.
- Recolocaciones: se contemplan 481 recolocaciones. Y en el caso de que impliquen un cambio de residencia, se les otorgará una ayuda lineal de 15.000 euros más 500 euros al mes durante dos años.
- Bajas voluntarias: se establecen bajas voluntarias incentivadas con 45 días por año trabajado con un máximo de 42 mensualidades más 10.000 euros lineales. La propuesta inicial era de 30 días por año trabajado, 18 meses de tope y sin indemnización lineal.
- Prejubilaciones: pasan de 350 a 525 prejubilaciones a partir de 56 años con el 80% del salario neto y una revalorización del 1% anual. Además, se ofrece la posibilidad de que se acojan a ellas empleados de fábricas no afectadas, que podrían ser 142 más.
Además, la empresa permite a todos los empleados de las plantas afectadas (2.300 personas) acogerse a este plan de manera voluntaria vía prejubilaciones y bajas incentivadas.
Aunque estas condiciones están entre las más ventajosas del panorama laboral actual, los sindicatos rechazan tajantemente la oferta de la empresa. Los sindicatos de Iberian Partners son cuatro: UGT, con 7 representantes; CCOO, con 4; USO, con 1; y CSIF, con 1. Los curioso del asunto es que, a pesar de que UGT es el sindicato que ostenta la mayoría absoluta, CCOO es el que se ha hecho con el mando en este conflicto.
"Amenazas y zarandeos"
Mientras en las primeras semanas de reuniones UGT, USO y CSIF se mostraron conformes a negociar con la embotelladora, el sindicato que preside Ignacio Fernández Toxo se negó en rotundo desde el principio.
A pesar de no ser los representantes mayoritarios de los trabajadores, CCOO le declaró la guerra a cualquier sindicalista que se atreviera a llevarle la contraria, llegando a amenazar al secretario de Acción Sindical de USO, José Vía, "con echarle encima a toda la asamblea de trabajadores" si se mostraba a favor de la negociación, explica el propio afectado a Libre Mercado. "El 5 de febrero me acorralaron los de la asamblea a la salida de una reunión y tuvo que venir la policía a quitármelos de encima", añade Vía.
Desde CCOO no dudaron tampoco en enfrentarse con sus colegas sindicales de UGT. Según explican en USO, el propio secretario de UGT, Sebastián Serena, fue "zarandeado" por miembros de la asamblea a la salida de otra reunión en febrero. "Se ha llegado a un talibanismo sindical de la vieja guardia que es absolutamente antidemocrático", denuncia el portavoz de USO.
El representante de CCOO, Jorge Tomé, ha criticado que se acuse a su sindicato de estos violentos episodios. "Si algún trabajador pierde los nervios, eso no es atribuible a nuestra organización. Que una persona lleve una pegatina del sindicato no significa que sea un afiliado", comenta a este periódico.
Las desavenencias entre los sindicatos llegaron hasta las altas esferas de las organizaciones. Toxo y Méndez se apresuraron a tomar parte en el conflicto y encabezaron el 15 de febrero una manifestación en Madrid contra el ERE de la embotelladora de Coca-Cola, llevando la unidad de sus dos sindicatos por bandera. "Cuando escuché el discurso de Méndez en el que decía en UGT no negociamos, supe que a los sindicatos les preocupaba más su propio interés sindical que el de los trabajadores", indica Vía.
Mientras, el representante de CCOO afirma que "UGT es un sindicato libre y tiene autonomía propia. Nosotros en ningún momento les hemos presionado para tomar esa decisión. Lo que digan desde USO no tiene credibilidad porque es el sindicato de la empresa". Sobre la decisión de su sindicato de no negociar con la compañía, Tomé comenta que "no hemos llegado a un acuerdo porque la empresa nunca se ha planteado el no cerrar los centros".
Sin embargo, la ira de CCOO ha llegado hasta sus propios militantes. Según José Vía, tras las dos primeras reuniones, el sindicato de Toxo quitó de la mesa de negociación a dos de sus representantes de la fábrica de Barcelona porque se mostraron de acuerdo con la negociación y los sustituyó por dos de la fábrica de Fuenlabrada con una postura contraria.
La mayoría de los trabajadores se acoge al ERE
De hecho, a pesar del frontal rechazo sindical, los trabajadores sí se han sentido atraídos por la oferta de la compañía. Según han confirmado fuentes de Iberian Partners a a este periódico, un total de 940 empleados (un 80% del total necesario) se han acogido a la adhesión voluntaria y esperan "que sean más".
Entonces, ¿por qué los sindicatos rechazan algo que sus trabajadores quieren aceptar? Desde USO lo tienen claro: "Quieren radicalizar el sector de alimentación y no pueden permitirse otra vez que UGT y CCOO tengan un criterio diferente, como ocurrió en el ERE de Panrico".
"Está siendo un ERE muy mediático y la campaña en la opinión pública de CCOO ha sido espectacular. Esto es es una cuestión confederal, los dos sindicatos tienen que dar la apariencia de estar unidos, aunque vaya en contra de los intereses de los trabajadores", dice Vía.
Por otro lado, desde CCOO dicen que "todavía el número de trabajadores que se ha acogido no es oficial, habrá que esperar al lunes, que será cuando nos lo confirmen".
Podrían perder hasta 54.000 euros
Para los empleados que no quieran sumarse al plan de adhesión, la embotella de Coca-Cola ha establecido que las salidas que se produzcan se harán con una indemnización de 33 días por año, 24 mensualidades como máximo y sin los 10.000 euros lineales. "Un empleado que tenga un sueldo de 2.500 euros, podrá perder 54.000 euros, ¿le va a pagar CCOO ese diferencial?", pregunta Vía.
Sin tener en cuenta que los trabajadores opten o no por la oferta de la empresa, CCOO y UGT insisten en que presentarán las demandas e impugnarán el ERE. "Si los sindicatos ganaran el juicio, ¿tendrían los trabajadores que devolver el dinero que han cobrado por la empresa?", vuelve a preguntarse Vía.