Las hipotecas constituidas sobre viviendas cayeron un 27,8% en 2013, hasta sumar 197.641 contratos, según los datos difundidos ayer miércoles por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Se trata de un nuevo mínimo anual, marcado por el fin de los beneficios fiscales para la adquisición de vivienda, que se suma a los descensos registrados en los seis años anteriores.
En comparación con los años del boom inmobiliario, esta cifra es más que irrisoria. Y es que en todo 2013 se concedió el mismo número de hipotecas que se otorgaban en un mes y medio en el año 2005, tal y como explica el portal idealista.com. En concreto, en septiembre, de ese año se dieron 129.128 hipotecas.
Respecto a 2012, el pasado año se concedieron un 30% menos de hipotecas y en comparación con 2011, un 52% menos. El año 2006, fue el periodo en que más préstamos se firmaron, un total de 1.342.171, un 85% más que en 2013.
El jefe de estudios de idealista, Fernando Encinar, ha explicado que "la fotografía inmobiliaria que nos deja el cierre de 2013 es crítica". Aunque todos los datos vinculados al mercado están en mínimos históricos (hipotecas, ventas, obra nueva…), el experto considera que es probable que este año mejoren algunos de estos indicadores. "En 2014 los bancos volverán a dar hipotecas y probablemente el porcentaje sobre 2013 será de crecimiento de dos dígitos a medida que avance el año", afirma.
Encinar asegura también que "aunque los diferenciales que aplican los bancos se irán reduciendo y el euribor se mantendrá estable, las hipotecas no volverán a ser un producto masivo".
Sobre la evolución del precio de la vivienda, el experto vaticina que "los precios no deberían frenar su ajuste, aunque es posible que el cambio de expectativas anime a muchos vendedores a sujetar los descuentos". Para Encinar, esta decisión en un "error" debido a que "las casas en España siguen caras para la mayoría de los españoles, que ya no cuentan ni con financiación asequible ni con mejoras salariales a la vista".
Para Fernando Encinar, 2014 "será una vez más el año del alquiler, que desde el inicio de la crisis crece y despierta más y más interés. Con el ajuste de precios en la compraventa, las rentabilidades están empezando a acercarse o superar el 5%, lo que está empujando a muchos inversores a volver al ladrillo para destinarlo" a ese fin.