El vicepresidente de la Comisión y responsable de Asuntos Económicos, Olli Rehn, ha recomendado este martes a España que recorte el gasto público y renuncien a subidas adicionales de impuestos como receta para cumplir los objetivos de déficit pactados con la UE.
"Es un reto reducir los impuestos y alcanzar los objetivos de déficit al mismo tiempo", ha admitido Rehn al ser preguntado por si ve compatible la intención del Gobierno de bajar el IRPF con el cumplimiento del déficit en 2015. De hecho, Bruselas prevé que el déficit español se dispare de nuevo al 6,5% del PIB ese año (en lugar del 4,2% pactado con la UE) por la reducción de impuestos.
"Mientras que en la primera fase de consolidación de las finanzas públicas -especialmente entre 2010-2012- esto se ha hecho sobre todo mediante subidas de impuestos, que tienden a dañar el crecimiento, es más recomendable hacerlo con recortes de gasto, que si se diseñan y se aplican bien perjudican menos al crecimiento y a largo plazo pueden impulsarlo", ha resaltado el vicepresidente económico en rueda de prensa.
Rehn ha explicado que la revisión al alza de la cifra de crecimiento para España este año -del 0,5% al 1%- se debe a "una mejora de la confianza y a la relajación de las condiciones de financiación, entre otras cosas gracias al éxito del programa de reforma del sector bancario español". Todo ello ha permitido que aumente ligeramente la demanda doméstica.
"También esperamos que el empleo empiece a crecer este año y que la tasa de paro empiece a bajar, aunque gradualmente. Las perspectivas para el mercado de trabajo son algo mejor de lo esperado en otoño y esto puede ser también el resultado de la reforma laboral de 2012, que empieza a tener un impacto en la situación del empleo", ha sostenido el político finlandés.
El vicepresidente ha anunciado además que el próximo miércoles 5 de marzo presentará su evaluación sobre los desequilibrios macroeconómicos de la economía española y sobre las reformas adoptadas por el Gobierno de Mariano Rajoy para corregirlos. La Comisión podría avanzar en el procedimiento sancionador por desequilibrios excesivos si considera las reformas insuficientes, aunque esta hipótesis parece improbable porque Rehn ha elogiado repetidamente las medidas españolas.