La reforma del mercado mayorista de la electricidad, promovida por el Ministerio de Industria, que acabará con el actual sistema de subastas Cesur, tendrá tres líneas fundamentales de actuación.
Tal y como se hace eco El Economista, el borrador actual para la reforma del mercado eléctrico prevé limitar los ingresos de las centrales nucleares para que no existan diferencias tan agudas en los precios por hora, debido a las condiciones especiales del mercado y al mix energético. El Gobierno no ha especificado si su actuación se centrará en imponer un techo y suelo de retribución a las nucleares, pero los expertos ya han alertado que perjudicará al sector al no permitir una libre competitividad.
En segundo término, Industria quiere acometer una profunda reforma de los llamados servicios de ajuste, ya que se están encareciendo de forma notable, debido a la picaresca existente en el mercado de las nucleares, que tratan de poder cerrarlas a un precio mayor del registrado, según el Gobierno.
Por último, la reforma de la bolsa eléctrica, que fijará el precio por horas, gracias al avance de las tecnologías, permitirá reducir el tiempo de cierre del mercado diario con la entrada física de la energía.
Todas las medidas del Ejecutivo están encaminadas a la futura creación del mercado único a escala europea que trata de ofrecer los mismos precios para toda la UE. En esta nueva reforma, el Gobierno está tratando de dar prioridad a la transparencia del sistema y, en concreto, de la bolsa eléctrica, ya que es el centro del problema.
Sorprende que una de las prioridades del Gobierno sea fomentar y garantizar la participación de las distintas tecnologías a toda costa. Y es que cualquier eléctrica, con un buen análisis meteorológico y de demanda de mercado, puede disponer de un posición privilegiada del mercado sobre el resto de tecnologías, como la eólica, de carácter menos continuo.
Existen aún dudas acerca de cómo se impondrá el nuevo sistema de contadores digitales y de qué manera afectarán a los particulares las subidas y bajadas de los precios establecidos en el mercado, al eliminar las subastas Cesur.
Por su parte, las eléctricas no están conformes con esta reforma del sistema, ya que consideran que no se ajusta a la ley. Las eléctricas están dispuestas, incluso, a llevarlo a los tribunales, con el objetivo de que esta tarifa no entre en vigor.
La deuda se acumula
El déficit tarifario, por su parte, sigue creciendo. A pesar de que el ministro José Manuel Soria asegurara que en 2013 se pondría fin al enorme agujero eléctrico generado por las primas renovables, a día de hoy el volumen de deuda ha superado ya los 30.000 millones de euros, 4.000 de ellos generados en 2013. Este agujero sigue siendo financiado por las cinco grandes eléctricas, Endesa, Iberdrola, Gas Natural Fenosa, EDP España y E.ON.