La crisis tiene más perdedores que ganadores. Pero incluso entre aquellos que lo están pasando mal, los hay que no sufren tanto como otros. En España, ninguna región se salva de la quema, pero no todas son iguales. Por eso, País Vasco, Madrid, Navarra y Castilla y León pueden presumir de ser las comunidades que mejor han aguantado los efectos de la recesión. Enfrente, Valencia, Andalucía, Castilla-La Mancha y Murcia han sido las más castigadas por la crisis.
Ésta es la principal conclusión del número 138 de Papeles de Economía Española, que este martes la fundación de las cajas de ahorros, Funcas, ha presentado en Madrid. El trabajo, compuesto de una decena de artículos y coordinado por Eduardo Bandrés (catedrático en la Universidad de Zaragoza y también exconsejero de Economía y Hacienda del Gobierno de Aragón durante las dos últimas legislaturas socialistas), intenta analizar las causas que expliquen esta divergencia entre las diferentes regiones.
Y no parece haber una respuesta única ni concluyente a esta cuestión. Aunque sí hay algunos factores que podrían explicar parte de las diferencias. Tampoco suponen ninguna novedad. Para Bandrés, una economía integrada en el conjunto de la actividad nacional, un importante peso del sector industrial, una buena dotación de capital humano (buenos datos en educación), una baja tasa de paro estructural, una buena situación de apertura al exterior (exportaciones) y una mayor presencia de factores tecnológicos ayudan a sortear mejor las recesiones. Todas estas circunstancias son características, con más o menos fuerza, de las cuatro regiones más aplicadas: País Vasco, Navarra, Madrid y Castilla y León.
Al mismo tiempo, las regiones con más peso del ladrillo y menos proporción de empleo de valor añadido han sido las que han sentido de forma más acusada la recesión. Un vistazo rápido al mapa de España nos muestra cómo ha sido el sur del arco mediterráneo (Murcia, Valencia y Andalucía) junto a Castilla-La Mancha, donde la crisis ha impactado con más fuerza. Posiblemente, la explosión de la burbuja inmobiliaria haya tenido que ver en el fenómeno.
En lo que hace referencia a la clasificación regional en renta per cápita, la crisis no ha tenido demasiado impacto. Si acaso, se han hecho un poco más grandes las diferencias entre las autonomías. Pero los puestos de cada región no varían en exceso. País Vasco, Madrid y Navarra encabezaban la lista hace cinco años y lo siguen haciendo. Cataluña también mantiene su cuarto puesto, a cierta distancia del trío de cabeza.
Mientras, Extremadura, Andalucía y Castilla-La Mancha cierran la clasificación. Era previsible, pero el sur de España no ha conseguido utilizar la crisis como trampolín para, al menos, acercarse a sus vecinos de las regiones más ricas.