Bankia, espejo de la crisis bancaria española, empieza a mostrar signos de mejoría. Como publica el diario económico Financial Times, la entidad bancaria liderada por José Ignacio Goirigolzarri ha vuelto a generar beneficios y a duplicar el precio de las acciones.
Goirigolzarri, que fue nombrado presidente de Bankia en 2012, recuerda la situación traumática por la que pasaba la compañía, cuando cotizaba en mínimos históricos. Un año más tarde, Bankia está preparada para dejar de ser propiedad del Estado, con una presencia del 68% de capital, y a "premiar a sus accionistas con un dividendo este mismo año, indica.
"El banco se ha convetido en una franquicia formidable", tal y como defiende su presidente al diario económico. "El banco está perfectamente preparado para una privatización", aunque es el Gobierno el que debe decidir cuándo y por cuánto saldrá a Bolsa. Goirigolzarri saca pecho por la reestructuración de la marca, que ha conseguido rebajar el número de oficinas de 3.000 a 2.000, además de cumplir el 90% de los objetivos marcados de reducción de personal.
También reconoce que, desde la intervención de Bankia y el consiguiente descrédito ante la opinión pública, ha habido que empezar de cero. Uno de los factores que ha ayudado a este nuevo impulso de la entidad ha sido "la base de clientes extraordinariamente leal", ya que, a pesar de cerrar la tercera parte de las oficinas, la entidad perdió menos del 5% de los clientes.
"Nosotros no sólo logramos estabilizar nuestra cuota de mercado en términos de depósitos en 2012, sino que, además, incrementamos nuestra cuota de mercado en créditos y también en fondos de inversión", alega Goirigolzarri.