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¿Por qué Sacyr ha perdido la batalla del Canal de Panamá?

La cercanía de las elecciones en Panamá y el ultimátum de diciembre coloca a los panameños contra Sacyr. Bechtel gana enteros como candidata.

La cercanía de las elecciones en Panamá y el ultimátum de diciembre coloca a los panameños contra Sacyr. Bechtel gana enteros como candidata.
Un grupo de panameños protesta el pasado 22 de enero frente a la embajada de España en Ciudad de Panamá por la actitud de Sacyr | Cordon Press

El consorcio Grupo Unidos por el Canal (GUPC), que lidera la española Sacyr, sigue intentando salvar los escollos que lo alejan de las obras. Pero los intentos del equipo de Manrique por convencer a la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) cada vez son más infructuosos. Quizá el que más gráficamente ha expresado la situación que vive el conflicto ha sido el presidente de la Autoridad del Canal, Jorque Quijano, quien en una rueda de prensa este mismo miércoles ha dicho que, aunque "aún se puede alcanzar un acuerdo", la "ventana para ello se cierra minuto a minuto". Una rueda de prensa que terminó con una advertencia: "La ACP no tiene ningún miedo a lo que le falta para terminar la obra, y tiene la capacidad financiera y técnica para asumirla".

Tal y como ha avanzado Libertad Digital, mientras las opciones de Sacyr van desapareciendo, gana enteros la candidata americana, Bechtel, gigante de ingeniería que perdió frente a Sacyr en el concurso de adjudicación de la obra en 2009. Los rumores que sitúan a Bechtel como la encargada de terminar el proyecto se dispararon tras la visita hace unos días del embajador norteamericano en Panamá a las obras del Canal.

Pero eso no es todo. La constructora española ha logrado granjearse el rechazo de los panameños. Según recientes encuestas, más del 65% del país considera injustificable el pago de un sobrecoste de 1.600 millones de dólares para que Sacyr culmine la obra. La misma encuesta dice que sólo un 20% se posiciona a favor de la reclamación de los españoles.

Según fuentes cercanas a la Autoridad del Canal de Panamá, el peso de las encuestas en estos momentos no es baladí, ya que el país se encuentra en periodo electoral. El próximo 4 de mayo se abrirán las urnas y los panameños votarán por el candidato oficialista José Domingo Arias -que lleva como candidata a la vicepresidencia a la mujer del actual presidente, Martinelli- o por el candidato de la oposición, del Partido Revolucionario Democrático (PRD) Juan Carlos Navarro. Hay un tercer candidato al Gobierno que es el actual vicepresidente, Juan Carlos Varela.

Pese a que la ACP, en manos de Jorge Quijano, es un órgano independiente del poder Ejecutivo, la presión de la opinión pública va a jugar un papel fundamental en el desenlace del conflicto, ya que Sacyr se está convirtiendo para muchos en todo un enemigo nacional. De este modo, que la ACP terminara accediendo a la reclamación de los 1.600 millones de dólares de sobrecostes en los que ha incurrido Sacyr, se terminaría entendiendo como un enjuague político que arrojaría sospechas sobre Martinelli y Quijano por buena parte de la población. Así lo aseguran varios analistas políticos consultados por Libertad Digital.

Los mismos analistas apuntan a que la actitud de Sacyr en la reclamación de los 1.600 millones durante los últimos días de diciembre, y el hecho de que planteara un ultimátum bajo la amenaza de paralizar las obras si no cobraba, fue percibido como una actitud de "imperdonable prepotencia". Tanto es así, que otros analistas en el país temen que el actual conflicto con Sacyr termine afectando a otras compañías españolas que se encuentran en el país, como BBVA, Aire Barcelona, Cepsa, Loewe o Telefónica Móviles.

Tan tensa es la situación para Sacyr en Panamá, que las informaciones que trascienden en el país sobre las negociaciones del conflicto -interesadas o no- apuntan a que, mientras Sacyr reclama parte de las facturas para poder pagar a los proveedores, sigue sin abonar lo que debe al "seguro social" de los empleados, es decir, las cotizaciones sociales.

Así las cosas, si finalmente la aseguradora Zurich tuviera que ejecutar el contrato, marcaría a Sacyr con la pesada carga de haber sido la empresa que no pudo terminar la obra de ingeniería más ambiciosa del mundo.

De momento, las obras están completamente paradas y el reloj corre contra los intereses de la compañía española. Hace un par de semanas, Manuel Manrique decía no plantearse ningún escenario que no fuera el de terminar las obras. Muchos se preguntan ahora si tendrá Sacyr algún escenario posible de no poder terminarlas.

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