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La fiesta de los toros, ¿la gran olvidada en la rebaja del IVA cultural?

Hacienda pretende rebajar el IVA de las actividades culturales del 21% actual al 10%, pero la tauromaquia corre el riesgo de quedarse fuera.

Hacienda pretende rebajar el IVA de las actividades culturales del 21% actual al 10%, pero la tauromaquia corre el riesgo de quedarse fuera.

La noticia saltó el pasado martes, cuando el diario Expansión avanzó que el Ministerio de Hacienda estudia una posible rebaja del IVA para el sector cultural. Según lo publicado, el cine, la música y las artes escénicas se beneficiarían de esta medida, que pasa por rebajar este gravamen del 21% al 10%.

Como preludio, el Ejecutivo de Mariano Rajoy viene de recortar el tipo de IVA aplicado a las entregas de objetos de arte. Ya entonces, Soraya Sáenz de Santamaría señaló que estábamos ante "un primer paso para reducir este tributo en otras actividades culturales". Esta tendencia rompe la deriva fiscal de los últimos años, con 45 subidas de impuestos entre 2012 y 2013.

No obstante, el anuncio de Hacienda podría tener trampa. Y es que, aunque el cine, la música y las artes escénicas sí se beneficiarían de esta medida, el recorte de la presión fiscal podría no incluir al sector cultural español que más ingresos genera por IVA: la tauromaquia.

El toro, convertido en 'vaca lechera'

Tal y como explica el profesor de la Universidad de Extremadura Juan Medina, "los toros aportan al Estado más ingresos por IVA que el cine español, el teatro, la música popular, la música clásica, la ópera, la zarzuela, la danza…". Tan sólo el cine extranjero deja más dinero en las arcas del Estado en concepto de IVA cultural.

La fuerza en taquilla de la Fiesta de los toros movió 5,5 millones de entradas a lo largo de la temporada 2012, lo que generó ingresos de más de 177 millones de euros. En suma, la venta de entradas de espectáculos taurinos movió 1,5 veces más dinero que el cine español. A esto se uniría la actividad económica inducida por los festejos taurinos populares, que movilizaron a 19 millones de espectadores en 2012.

Aunque el cine español recibe más ayudas públicas y recauda menos que la tauromaquia, los principales agentes del sector han conformado desde hace años un poderoso lobby a través del cual se articula su pedido de subvenciones, ayudas y rebajas fiscales.

He aquí la gran diferencia entre dicho sector y el de la tauromaquia: en el caso de la Fiesta Brava, no existen organizaciones capaces de unir esfuerzos ante decisiones perjudiciales del Estado (por ejemplo, la prohibición de festejos taurinos en Cataluña o el citado trato asimétrico en el IVA).

Una historia de asimetría tributaria

Tal y como avanzó Libre Mercado, el Ministerio de Cultura se ha comprometido a impulsar una liberalización del sector taurino. En este sentido, el Gobierno que encabeza Rajoy anunció que trabajaría por una rebaja de los costes fiscales que gravan al sector. De hecho, el documento estratégico presentado por el Ejecutivo habló explícitamente de equiparar fiscalmente a la tauromaquia con las demás actividades del sector.

Romper con el trato tributario diferenciado es una vieja reivindicación del sector taurino. Históricamente, mientras otras actividades culturales estaban gravadas a un tipo reducido de IVA, la tauromaquia soportaba una imposición indirecta sujeta al tipo general.

Este agravio comparativo hace que, durante muchos años, las corridas de toros hayan pagado un IVA del 16% frente al 8% que gravaba el cine o el teatro. En el ámbito taurino, solamente las novilladas recibían el tratamiento del 8%.

Con la subida del IVA aprobada por la Administración Zapatero, el tipo general creció del 16% al 18%, generando un diferencial de diez puntos entre los toros y el resto de actividades del sector (18% vs 8%). Posteriormente, el Gobierno de Rajoy elevó este tributo hasta el 21%, arrastrando las novilladas a este tramo de fiscalidad.

Más ejemplos de trato diferenciado

Además de todo lo anterior, es importante señalar que el IVA cultural recoge actualmente diferentes tramos. Así, se paga un IVA del 4% por la compra de periódicos y revistas, álbumes de fotos o libros, entre otros productos. Curiosamente, los libros electrónicos sí están sujetos a una imposición del 21%.

Por otro lado, las actividades culturales organizadas por instituciones públicas o asociaciones sin ánimo de lucro están exentas de IVA. Otro caso de discriminación fiscal lo encontramos en Andalucía, donde se prepara una deducción fiscal de hasta 240 euros para determinados gastos culturales. Aquí entrarían los libros y el cine, pero, según lo publicado, los toros se quedarían fuera.

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