El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) ha decidido este jueves mantener de nuevo los tipos de interés del euro en el mínimo histórico del 0,25%, nivel en el que los situó en la reunión del mes de noviembre con una inesperada rebaja de un cuarto de punto, lo que vuelve a dejar a los mercados pendientes de la rueda de prensa de su presidente, Mario Draghi.
Aunque una rebaja de tipos a niveles desconocidos hasta ahora como el 0,10% o el 0,15% era una de las opciones que barajaban los analistas, la mayoría esperaba que esta medida se pospusiera a próximas reuniones de la institución.
Los mercados estarán ahora muy pendientes de cómo reaccionará la institución presidida por Mario Draghi a la baja inflación y los riesgos de deflación y si finalmente decide tomar alguna medida, como poner fin a la esterilización de las compras de activos o nuevas subasta de liquidez a largo plazo.
La tasa interanual de inflación de la zona euro volvió a situarse en enero en su mínimo histórico del 0,7% al moderarse una décima respecto al nivel de precios registrado el mes anterior, cuando las previsiones del mercado apuntaban a una subida al 0,9%.
Además del inesperado descenso de la inflación, que contrasta con la idea del BCE de que ya había tocado suelo a finales de 2013, los mercados también están pendientes de si la incertidumbre que existe por las tensiones en los mercados de divisas emergentes y la bajada de la liquidez en el Eurosistema influye en las decisiones y en las palabras de Draghi.
Según la oficina comunitaria de estadística, Eurostat, el producto interior bruto (PIB) de la zona euro experimentó en el tercer trimestre del año una expansión del 0,1% respecto a los tres meses anteriores, cuando había crecido un 0,3%.
La tasa de paro de la zona euro se situó el pasado mes de diciembre en el 12% por tercer mes consecutivo, a pesar de que la cifra de desempleados en la región disminuyó respecto a noviembre en 129.000 personas, hasta 19 millones de parados, gracias en parte al recorte de 81.000 desempleados observado en España, el mayor descenso entre los países del euro.