CaixaBank obtuvo en 2013 unos beneficios de 503 millones de euros, un 118% más que los 230 millones que logró en 2012. Y eso tras destinar más de 7.500 millones a provisiones. Eso sí, el resultado antes de impuestos presentó una pérdida de 713 millones, que cambia gracias a los créditos fiscales. En cuanto a la solvencia, la entidad presenta un core capital del 12,9% si se mide según los criterios de Basilea II y del 11,7% en términos de Basilea III (la nueva regulación que terminará de ser obligatoria en 2024).
Isidro Fainé y Juan María Nin, presidente y consejero delegado del grupo respectivamente, han sido los encargados de presentar sus resultados de 2013, este viernes por la mañana en Barcelona. Su análisis ha sido profundamente optimista. Especialmente, han querido destacar las tres patas en las que se ha centrado el negocio de La Caixa a lo largo del último ejercicio: la integración de las nuevas franquicias, el crecimiento en el mercado minorista (tradicional punto fuerte de la entidad) y el mantenimiento de la solvencia, sobre todo en lo que tiene que ver con la absorción de pérdidas del ladrillo, que siguen golpeando con fuerza al sector financiero español.
En lo que hace referencia a la primera cuestión, La Caixa presume de haber completado la integración contable y tecnológica de todas las marcas adquiridas (Can, CajaSol, Caja Canarias, CajaBurgos y Banco de Valencia) en apenas nueve meses. Eso sí, la operación no le ha salido gratis. De los 7.500 millones de provisiones, unos 2.500 son atribuibles directamente a los ajustes de valor razonable de Banca Cívica y Banco de Valencia. Pero, a cambio, le permite consolidar su posición como primer banco minorista en España.
13,6 millones de clientes
Fainé y Nin han presumido de que prácticamente en todos los productos de banca minorista su entidad mantiene el primer puesto en el mercado nacional. Su penetración de clientes particulares (son 13,6 millones los españoles que tienen algún producto en La Caixa) alcanza el 27,4%: en nóminas el 21,6%, en pensiones el 19,9%, en planes de pensiones el 18% y en hipotecas el 15%. En todos estos productos, estas cifras le permiten encabezas la clasificación.
En este sentido, la parte buena de la integración está en las sinergias, que alcanzaron los 436 millones en 2013 y podrían rozar los 700 millones de aquí a dos ejercicios. Además, ha permitido a la entidad consolidar su posición en prácticamente toda la geografía nacional. En varias comunidades (Navarra o Cataluña) tiene una penetración superior al 50% y en casi todas las demás supera o ronda el 20%. Sólo en el norte peninsular (País Vasco, Cantabria, Asturias y Galicia) aparece un área de potencial crecimiento para La Caixa pues apenas ronda el 10% de cuota en la región.
Además, las nuevas franquicias que se unen al grupo han permitido mejorar el margen de comisiones y de intereses. En este sentido, Nin ha asegurado que las cifras asociadas a la gestión diaria del negocio han mejorado. A cambio, los ingresos de la cartera de participadas han caído un 44,9%, principalmente por el menor rendimiento de Telefónica y por el registro de una estimación provisional del impacto en Repsol de un potencial acuerdo de compensación por la nacionalización del 51% del capital de YPF.
Eso sí, estas adquisiciones han obligado a la entidad al cierre de oficinas redundantes y a la reducción del personal (con un ERE firmado con el 100% de los sindicatos, han querido resaltar). De 2007 a 2013, las marcas que ahora forman el grupo Caixabank han pasado de 7.579 oficinas a 5.730; en fuerza laboral, el descenso ha ido de las 38.549 personas hasta los 31.948. La entidad cree que esto le permitirá ser "más eficiente y con una estructura mejor preparada", lo que se podría traducir en 654 millones de ahorro en 2014 y 682 en 2015.
Tras todas estas operaciones, Caixabank acumulaba a 31 de diciembre de 2013 unos activos de 340.190 millones y un volumen de negocio de 510.835 millones (-0,6%). Mientras tanto, los recursos totales de clientes llegaban a los 303.604 millones (+4,4%) y los créditos brutos a los 207.231 millones (un 7,1% menos). Mientras tanto, el crédito a particulares caía un 6,4% hasta los 83.400 millones.
Los resultados por operaciones financieras ascienden a 679 millones (+48,9%), y el margen de explotación sin costes extraordinarios se sitúa en 2.685 millones (-16,6%); los gastos de explotación se ven impactados por los costes extraordinarios de 839 millones derivados, en su práctica totalidad por el ajuste de la plantilla de CaixaBank. Por todo ello, el margen bruto se ha situado en 6.632 millones en 2013, un 1,6% menos, y el margen de explotación en 1.846 millones, un 41,8% menos.
En cuanto a las cifras totales, los resultados antes de impuestos reflejan unas pérdidas de 713 millones de euros, que se traducen en un beneficio de 503 millones tras la aplicación de 1.208 millones positivos en ajustes fiscales. Este dato ha sido muy destacado por los periodistas en la rueda de prensa (se ha repetido la pregunta sobre el mismo hasta en tres ocasiones). Y es cierto que llama la atención que sea negativa por segundo año consecutivo cuando en 2010 y 2011 ofrecía una cifra positiva de varios cientos de millones de euros. Sin embargo, Nin ha asegurado que esto no quiere decir que los resultados sean positivos gracias a los impuestos "sino a los ingresos, las comisiones o el margen de intereses". Es decir, que en su opinión la línea de créditos fiscales es sólo una línea contable más. Este año ha sido muy especial, ha destacado, con gastos e ingresos extraordinarios, lo que no implica que esa cifra negativa antes de impuestos se vaya a mantener en los siguientes ejercicios.
Además, Caixbank ha querido resaltar la devolución de 21.084 millones de saldos pasivos con el BCE desde diciembre de 2012 (incluidos 2.480 millones en enero de 2014), hasta situar el saldo dispuesto en póliza en 13.000 millones.
Solvencia y ‘ladrillo’
Desde hace unos años, cada vez que una entidad financiera presenta sus resultados, todas las miradas se dirigen a sus cifras de solvencia, especialmente en lo que tiene que ver a la parte del negocio relacionado con el ladrillo. También en esta cuestión Nin y Fainé se han mostrado confiados en la solidez de su entidad.
Para empezar, su core capital en términos de Basilea II alcanza el 12,9% y en términos de Basilea III fully loaded se mantiene en el 11,7%, muy por encima del 7% que será requerido. Estas buenas cifras se consiguen a pesar de un ratio de morosidad del 11,66% (6,83% sin tener en cuenta el crédito promotor), por encima de las cifras históricas de la entidad, aunque mejor que otras entidades españolas (la media del sector está por encima del 13%). Caixabank presenta un ratio de cobertura del 61%, con un 140% en la parte de cobertura inmobiliaria.
Del total de saneamientos y dotaciones por 7.501 millones (ligeramente por debajo de los 7.880 de 2012), 4.994 millones se han registrado contra resultados y el resto contra ajustes de integración de Banco de Valencia y de Banca Cívica.
En lo que tiene que ver con el sector inmobiliario, Building Center, la filial de CaixaBank, ha alcanzado unas ventas y alquileres de 2.180 millones de euros, un 119,1% más que en 2012, con un total de inmuebles comercializados de 18.386. De esta manera, la comercialización de inmuebles en balance, incluyendo promotores y considerando el valor de la inversión original, alcanza los 5.309 millones, con 29.132 inmuebles vendidos.
Tras estas operaciones, la cartera neta de inmuebles adjudicados disponibles para la venta se reduce hasta los 6.169 millones, con una cobertura del 54%. Durante 2013, la financiación al sector promotor se ha reducido en 7.012 millones (-26%).