El ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, José Manuel García-Margallo, ha matizado este lunes que la Comisión Europea no será "mediador" en el conflicto abierto sobre los costes de las obras de ampliación del Canal de Panamá -porque esa labor corresponde al "arbitraje"-, sino que su objetivo es contribuir a alcanzar una "solución financiera" que permita a las empresas concluir con el proyecto "en el plazo previsto".
Bruselas había anunciado este domingo su disposición a mediar en el conflicto, pero la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) ha rechazado de plano esta posibilidad.
Al término de una reunión con sus colegas europeos, el ministro español ha insistido en que el papel del Ejecutivo comunitario es contribuir a crear "buenos oficios" para el entendimiento de las partes.
Aunque Margallo ha dicho no saber si las autoridades panameñas aceptan esta fórmula de intermediario sí ha apuntado que "nadie rechaza que alguien quiera que las partes hablen" y ha recalcado que tanto el Gobierno español como la Comisión Europea están implicados en resolver la negociación para que las obras de ampliación del Canal lleguen "a buen fin" y concluyan "en tiempo".
Un portavoz comunitario ha explicado que el vicepresidente de la Comisión Europea, Antonio Tajani, ha aceptado intervenir con la condición de que las compañías europeas (la española Sacyr, la italiana Salini Impregilo y la belga Jan de Nul) renuncien a su amenaza de abandonar las obras. El consorcio europeo reclama 1.600 millones de dólares extra por sobrecoste y el Canal de Panamá se niega a asumirlo.
El vicepresidente ya se ha puesto en contacto con las autoridades de los tres países implicados (España, Italia y Bélgica) y en las próximas horas quiere implicar también al Banco Europeo de Inversiones (BEI), entidad que ya ha concedido préstamos al proyecto por valor de 500 millones de euros.
Margallo, por su parte, ha confirmado que también el Gobierno ha contactado con "autoridades financieras" de Panamá, España y otras internacionales y europeas para "intentar solucionar" los problemas de liquidez que afectan al consorcio, peor ha eludido revelar los nombres de las entidades contactadas ni el papel que se espera que jueguen.
"No las voy a citar", ha replicado a las reiteradas preguntas sobre si se trata de entidades privadas o públicas, para después insistir en que el Gobierno hace "muchas gestiones" pero que no las revelaría. "El Gobierno ya ha dicho todo lo que quería decir", ha zanjado.