En algunas empresas españolas dejar de ser becario para pasar a formar parte de la plantilla de trabajadores es tarea imposible. La crisis ha hecho aflorar un género hasta ahora desconocido: la figura del eterno becario. Se trata de un sujeto que mientras cursa sus estudios hace prácticas en diversas compañías hasta que finaliza su formación y que, una vez licenciado, es sustituido por otro estudiante. A este becario profesional no le quedará otro remedio que volver a estudiar cualquier cosa para seguir siendo becario, ya que conseguir un contrato de trabajo está fuera de su alcance.
Pero, ¿de verdad está fuera de su alcance? El presidente de la empresa de coaching TISOC, Ricky Gomes, asegura que un becario "tiene muchos puntos a favor para ser contratado si elabora un plan de acción para conseguirlo". Gomes está convencido de que el talento se sigue valorando a pesar de las circunstancias, y por eso ha elaborado un decálogo con las claves para quedarte en la empresa para la que haces prácticas.
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Evalúa si tu objetivo es realista: si hay posibilidades reales de quedarte en la empresa es mucho más fácil que cada uno de tus gestos transmita un sentido de pertenencia a la organización. Es algo sutil, pero que los especialistas en selección y directivos perciben y valoran.
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Identifica la cultura corporativa y adáptate a ella: no se trata de que te transformes en otra persona sino de tener en cuenta esa cultura para adaptarte a ella dentro de tu identidad. A veces es más importante encajar que ser muy bueno.
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Traza un plan de acción por escrito desde los primeros días: confía en tus recursos, seguro que pensando un poco se te ocurren cosas interesantes que puedes hacer para obtener tu primer empleo dentro de esa empresa. Desde mostrar tu valía a las personas adecuadas, hasta hacer saber que te desenvuelves muy bien en el área que está creciendo dentro de la empresa.
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Filtra los consejos de amigos o familiares: tú tienes más información que nadie para hacer un plan efectivo. Pueden transmitirte falsas creencias que no te hagan ningún favor. Conoces la empresa desde dentro, ves todos los días cómo trabajan, lo que les gusta y lo que no les gusta tanto, tienes identificadas a las personas clave, aquéllas que tienen algo que decir en materia de contrataciones.
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Demuestra que te interesa trabajar en esa organización con palabras y acciones: generalmente, a un becario no se le suele pedir un gran currículum porque no puede justificar mucho más que un determinado nivel formativo y una experiencia muy limitada. A cambio sí que se le suele pedir un alto grado de motivación y de compromiso, que anticipe las ganas de aprender y de crecer en la empresa.
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Los objetivos de la empresa van por delante de tu lucimiento: identifica los objetivos de la empresa y tenlos en cuenta en cada una de las tareas del día a día. Muchos becarios insisten tanto en colgarse medallas que acaban trasladando una imagen superficial y poco resolutiva.
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Sé curioso: sin interferir en el trabajo de los demás ni molestar a tus compañeros (estás ahí para trabajar), investiga, pregunta y muestra interés por todas aquellas parcelas de la vida de la empresa que creas que puedan ayudarte a comprenderla.
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Asume tu papel: no quieras darte demasiada prisa por prosperar. La arrogancia y la impaciencia son malas compañeras de viaje para un becario. Ten en cuenta que muchos de tus compañeros han pasado por la misma experiencia, y esperan que tú te la tomes con el mismo talante de aprender y absorberlo todo que ellos mostraron. No hay nada más irritante que un novato sin la humildad suficiente para reconocer sus limitaciones.
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Ten iniciativa: lo peor que puedes hacer es quedarte instalado en tu zona de confort. Si te quedas sin tarea, búscate la forma de ayudar a tus compañeros. Ofrécete. Tus mentores no siempre van a tener tiempo para dedicarte. Demuéstrales que eres una persona de recursos.
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Intégrate en el equipo: tu talento vale de poco para la empresa si no está al servicio del equipo. Tus éxitos serán los éxitos del equipo y tus equivocaciones, más frecuentes al principio de una carrera, también serán compartidos. Probablemente, la opción que más te convenga sea aparcar el ego y contribuir a un equipo bien cohesionado.