Este viernes pasará a la historia del sindicalismo español. Por primera vez, el Consejo Confederal de CCOO, es decir, el organismo que representa a la cúpula del sindicato a nivel nacional, ha hecho pública parte de sus cuentas anuales en su web. Se trata de un hecho inédito ya que, hasta ahora, las finanzas sindicales eran casi un secreto de Estado.
Por ello, el sindicato que preside Ignacio Fernández Toxo no ha dudado en alardear de transparencia. Así, en su comunicado, bajo el título Un sindicato con las cuentas claras, se vanagloria de hacer pública "su información económica, el estado de nuestras cuentas y el origen de nuestros recursos". Y añade: " [...] nadie con una mínima dosis de objetividad, puede dudar de algunas de las señas de identidad histórica de CCOO, ampliamente contrastadas, como son la honradez y la transparencia, en toda y cada una de sus acciones, también en la gestión económica".
En base a estos principios, la organización acordó en su último Congreso Confederal difundir el estado de sus finanzas internas y "remitir al Tribunal de Cuentas la memoria económica anual". ¿Su objetivo? "Queremos informar y explicar a nuestra afiliación y al conjunto de la sociedad, que CCOO tiene una clara voluntad de ser absolutamente transparente con los recursos que gestiona, porque se lo debe a los trabajadores y trabajadoras que han venido depositando su confianza en nosotros".
Sin embargo, el sindicato parece olvidar que sus cuentas han sido un secreto durante décadas, pese a que reciben numerosas y elevadas subvenciones públicas, año tras año. Ni siquiera tenían la obligación de remitir el estado de sus finanzas al Tribunal de Cuentas, el órgano que se encarga de revisar la legalidad de buena parte de las finanzas públicas.
De hecho, curiosamente, este novedoso ejercicio de "transparencia" se produce justo después de aprobarse la Ley 19/2013, de 9 de diciembre, de transparencia, acceso a la información pública y buen gobierno, que obliga a publicar sus cuentas a sindicatos, patronal y partidos políticos, además de otras entidades, ya que buena parte de su financiación depende de las arcas públicas (dinero del contribuyente). Dicha exigencia será obligatoria dentro de dos años, y, por tanto, lo único que ha hecho CCOO es adelantarse a su aplicación, tal y como reconoce en su nota de prensa.
Unas cuentas parciales e incompletas
Por otro lado, independientemente del anuncio, lo único que ha publicado este viernes CCOO es un documento de elevado perfil político que poco o nada tiene que ver con la presentación de una contabilidad al uso. Más bien se trata de un resumen muy limitado de cuentas, parcial e incompleto, en el que la organización aprovecha para justificar su labor, congratularse de su representatividad y, en última instancia, legitimar su actividad, por la cual recibe dinero público.
En este sentido, la información económica y financiera publicada en su web, correspondiente al ejercicio 2012, contiene tan sólo algunas grandes cifras que, de hecho, pueden llevar a engaño, ya que tan sólo se refiere al organismo central de CCOO, es decir, a la cúpula sindical. Dicho sindicato es una organización federal, de modo que el balance mostrado no refleja todas las cuentas de CCOO sino, únicamente, la de su sede central en Madrid. Y, aún así, el documento no se ajusta a un informe contable al uso, ya que no detalla las distintas partidas ni recoge su evolución reciente.
Según lo publicado, la cuenta de pérdidas y ganancias del Consejo Confederal de CCOO arrojó un beneficio de 1,05 millones de euros en 2012. Su resultado de explotación da unas pérdidas cercanas al millón de euros (956.676 de euros), pero se compensan con los 2 millones recaudados por ingresos financieros provenientes de beneficios de empresas propias y rendimientos de cuentas bancarias, lo que permitió unas ganancias después de impuestos de 1.054.227 euros.
Más de 15 millones en subvenciones
En concreto, la sede central del sindicato ingresó un total de 31,5 millones de euros, de los que 15 millones procedían de las cuotas de afiliados, 11,4 millones de programas subvencionados (programas y proyectos para la gestión de formación, orientación para el empleo, etc.) y 4,4 millones de los Presupuestos Generales del Estado por su representación institucional. Así pues, la mitad de los ingresos que recibió la cúpula de CCOO en 2012 procedió de sus afiliados, mientras que la otra mitad (casi 16 millones) tiene su origen en recursos públicos.
Frente a los ingresos, el Consejo Confederal tuvo unos gastos de personal de 9,8 millones y unos gastos de explotación de 27,4 millones, de los que 16,3 millones corresponden a servicios exteriores (luz, agua, teléfono, seguridad, notarios y servicios de abogados, entre otros) y 11 millones a viajes, reuniones y movilizaciones sindicales.
Por otro lado, las cuentas también recogen una deuda pendiente con las Administraciones Públicas, a 31 de diciembre de 2012, de unos 10 millones de euros. Fuentes de la Secretaría Financiera consultadas por Efe han explicado que se trata de "mecanismos contables", ya que son subvenciones concedidas en ese año, pero no justificadas todavía, por lo que constan como "deuda a la Administración hasta que se hace su desarrollo".
Así pues, esta partida podría distorsionar en gran medida las cuentas de 2012, ya que el propio sindicato contabiliza como deuda lo que, en realidad, son ingresos por subvenciones aún no declaradas. Es decir, una vez cumplido el correspondiente trámite administrativo de aceptación, el volumen total de subvenciones recibidas ascendería a cerca de 25 millones el pasado año.
En este sentido, el propio documento explica que "las subvenciones, donaciones y legados (destinadas para la financiación de gastos específicos) se contabilizan inicialmente, con carácter general, como deudas a corto plazo transformables en subvenciones, en el momento de la aceptación, siempre que exista una concesión individualizada y no existan dudas sobre el cumplimiento de los requisitos que fundamentaron su concesión. En el momento en que cumplen las condiciones de no reintegrabilidad se registran como ingreso en el Patrimonio Neto".
Pese a ello, este balance es irrelevante a la hora de reflejar las cuentas completas de CCOO, incluyendo tanto su sede central, como todas las organizaciones federales a nivel nacional, autonómico y local, así como sus sociedades y fundaciones vinculadas. Valga como ejemplo las cuentas presentadas por CCOO de Cataluña en 2007, en donde declaraba unos ingresos de casi 49 millones de euros, de los que la mitad (unos 25 millones) eran subvenciones públicas. Es decir, la cúpula sindical de Comisiones ingresaba entonces más que la cúpula nacional hoy.
Pese a todo, cabe señalar que la organización de Toxo también se ha comprometido a publicar en el futuro una memoria de actividad de los distintos ámbitos de actuación del sindicato e idéntica información económica de las organizaciones confederadas.
Sólo representa al 5,3% de los trabajadores
Otro de los datos más relevantes que presentan las cuentas es el relativo al número de afiliados que contabiliza el sindicato. Así, según el documento, CCOO contaba con un total de 1.050.269 afiliados en 2012. Por su situación laboral, 905.084 están trabajando, 108.277 desempleados, 31.970 son pensionistas y jubilados y 4.938 autónomos. Aunque la cifra, a priori, pueda parecer elevada, lo cierto es que, teniendo en cuenta que por entonces el número de ocupados rondaba los 17.000 millones, CCOO tan sólo representa al 5,3% de los trabajadores en España.
En este sentido, puesto que los ingresos por cuotas ascendieron a algo más de 15 millones de euros en 2012, esto significa, según el propio informe de CCOO, que sus afiliados tan sólo destinaron 14,3 euros al año al mantenimiento de su cúpula nacional o, lo que es lo mismo, 1,2 euros al mes.
Así pues, y tomando como referencia los ingresos de 31,5 millones de euros publicados, esto significa que la sede central del sindicato podría financiar su funcionamiento corriente cobrando tan sólo a sus afiliados 2,5 euros al mes, algo menos de 30 euros al año. O, dicho de otro modo, la cúpula de CCOO podría mantenerse sin subvenciones públicas elevando la cuota de sus afiliados en poco más de un 1 euro extra al mes (menos de lo que cuesta un café).
Casi 110.000 'liberados' sindicales
Asimismo, reconoce contar con un total de 109.891 delegados sindicales, de modo que casi el 10% de sus afiliados actúan, además, como delegados (representantes de los trabajadores en las empresas y administraciones públicas). La figura del delegado no es, estrictamente, la del denominado liberado sindical, dedicado exclusivamente a la labor de representación laboral pese a seguir percibiendo su sueldo.
El número de liberados no ha sido publicado por CCOO, pero a este respecto cabe señalar que todos los delegados laborales tienen "derecho a un mínimo de 10 horas sindicales al mes para poder formarse, asistir a asambleas de delegados, realizar las labores que le tocan del comité, ir a las reuniones con la patronal, atender a los compañeros que tienen problemas, revisar la documentación, etc…", según explica el otro gran sindicato, UGT. Así pues, CCOO contaría con 109.891 liberados en 2012, al menos a tiempo parcial (10 horas de trabajo menos al mes, como mínimo).