El servicio de análisis del banco estadounidense JPMorgan Chase ha mejorado en tres décimas su previsión de crecimiento para España en 2014, desde el 0,7% al 1%, según recoge en un informe titulado España ha vuelto que destaca los últimos datos "alentadores" publicados sobre la economía del país.
"A pesar de la prolongada debilidad del préstamo bancario y sus tipos de interés persistentemente altos, la economía española ha registrado significativos progresos desde mediados de 2013", destaca el banco estadounidense, que considera que existe suficiente dinamismo en la economía para volver a crecer pese a la ausencia de una "significativa mejora de las condiciones financieras".
En su opinión, tras estos datos se puede concluir "con cautela" que la economía española se ha recuperado "lo suficientemente bien para un crecimiento a un ritmo decente en 2014". Por ello, y tras los últimos datos de la encuesta PMI, ha decidido elevar en tres décimas su previsión para España.
La nueva previsión del PIB para 2014 de JPMorgan supera el 0,7% previsto por el Gobierno de Mariano Rajoy, aunque algunos miembros del Ejecutivo han asegurado que es "perfectamente factible" que el PIB supere las previsiones incluidas en el cuadro macroeconómico.
En concreto, la entidad estadounidense destaca la "sustancial mejora de la confianza económica" registrada en España en los últimos meses, pese a que en el caso de la construcción sigue en niveles bajos. Además, considera "particularmente alentador" la recuperación del índice PMI del sector servicios.
Las exportaciones, motor de crecimiento
Asimismo, cree que las exportaciones seguirán siendo el principal motor del crecimiento, ya que la economía española se enfrenta a vientos en contra como el elevado desapalancamiento de hogares, empresas y bancos; la consolidación fiscal del sector público, las fuertes pérdidas en el empleo por un mercado laboral dual y las intensas tensiones en los mercados financieros.
En este contexto, prevé que persista la tendencia exportadora de España, en la que el proceso de devaluación interna ha jugado un papel importante a la hora de fortalecer la competitividad del país. Sin embargo, admite que el descenso de los costes laborales ha tenido sus consecuencias negativas, como una bajada de los salarios y un fuerte aumento del número de desempleados.
El banco considera que, dado el fuerte descenso del empleo en la construcción, el aumento del paro era "inevitable", aunque apunta que la reforma laboral del 2012 ha reducido en cierto modo el nivel de dualidad del mercado español y ha facilitado la flexibilidad salarial, lo que con el tiempo podría ayudar a la economía a reabsorber a parte de la fuerza laboral en paro.
Por otro lado, cree que la posibilidad de una mayor contribución de la demanda doméstica, que registró un alentador crecimiento en el tercer trimestre de 2013, se ve respaldada no sólo por el alentador repunte de las inversiones en bienes de capitales, sino también por el relativo éxito del esfuerzo de desapalancamiento del sector privado.
Respecto a la banca, cree que aún tiene por delante varios desafíos, como el aumento de la morosidad hasta que se estabilice la demanda doméstica y la necesidad de seguir reduciendo su apalancamiento. Sin embargo, remarca que los bancos están bien capitalizados y las condiciones de liquidez han mejorado considerablemente.
En este sentido, añade que las futuras pruebas de estrés y análisis de capital a los que se someterá la banca europea en 2014 hará que las entidades españoles sean cautas y sigan mejorando sus balances, lo que evitará una mejora de las condiciones financieras para las empresas.