Grifols ha cerrado la compra de la unidad de diagnóstico transfusional e inmunología de la suiza Novartis por un importe total de 1.675 millones de dólares (unos 1.240 millones de euros), según ha informado este viernes la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). La operación, anunciada el pasado mes de noviembre, se ha articulado a través de una filial de nueva creación, Grifols Chiron Diagnostics, 100% propiedad de Grifols.
Esta transacción se ha financiado mediante un préstamo puente de 1.500 millones de dólares (unos 1.122 millones de euros) suscrito íntegramente y a partes iguales por Nomura, BBVA y Morgan Stanley. Tras el cierre de esta adquisición, Grifols estima que los ingresos anuales proforma de su división de diagnóstico se situarán en unos 1.000 millones de dólares (740 millones de euros), incluyendo 'royalties'.
De este modo, la división de diagnóstico de Grifols representará más del 20% de los ingresos totales del Grupo, frente al 4% actual, y su plantilla se incrementará en cerca de 550 personas tras la incorporación de los trabajadores de Novartis. Esta operación se enmarca en la estrategia de crecimiento de Grifols para potenciar su oferta de terapias con proteínas plasmáticas con otros productos y servicios complementarios relacionados con el diagnóstico. Así, con esta adquisición, la compañía potencia la dimensión de su división de diagnóstico, principalmente en Estados Unidos, donde contará con una red comercial "sólida y especializada".
La actividad de diagnóstico que Grifols ha comprado a Novartis, centrada en garantizar la seguridad de las donaciones de sangre para transfusiones o para su utilización en la producción de derivados plasmáticos, complementa y amplía la de la empresa catalana. Mediante esta transacción, Grifols amplía su cartera con los productos de diagnóstico para medicina transfusional e inmunología de Novartis, incluyendo su tecnología de Análisis de Amplificación del Acido Nucleico (NAT), instrumentación y equipos analizadores para la realización de pruebas, software específico y reactivos.
Grifols ha explicado que la adquisición de activos incluye patentes, marcas, licencias y derechos comerciales (royalties), así como la planta de producción de Emeryville (California, Estados Unidos) y oficinas comerciales en Estados Unidos, Suiza y Hong Kong para el área Asia-Pacífico, entre otros. Esta adquisición permitirá a Grifols aumentar significativamente las ventas y el EBITDA en el primer año, según ha destacado la compañía, que ha reconocido que la operación elevará "moderadamente" su nivel de endeudamiento. No obstante, la empresa prevé neutralizar este hecho con una mayor capacidad de generación de flujos de caja.