Al final no fue el tabaco lo que acabó con Eurovegas sino la inseguridad jurídica y el miedo de la empresa americana a futuros cambios que perjudicasen o hiciesen imposible su negocio y la negativa del Gobierno a una cobertura económica que ha considerado inaceptable.
Sin embargo, con el final del gran proyecto que iba a poner en marcha Sheldon Adelson en Madrid la Comunidad y toda España dicen adiós a una inversión multimillonaria y a las decenas de miles de puestos de trabajo que iba a suponer, esto en el país de los seis millones de parados.
Eurovegas iba ser la mayor inversión privada de la historia de Europa, cifrada en unos 18.000 millones de euros, que se iban a invertir según se fuesen poniendo en marcha las distintas fases del proyecto. La primera fase, que estaba previsto empezar a construir a finales de este mismo año, suponía invertir ya 6.000 millones de euros.
Estas cifras contrastan con otras inversiones realizadas -o anunciadas a bombo y platillo- en España en los últimos tiempos. Por ejemplo, las grandes marcas de coches han anunciado desde 2011 que insuflarán unos 4.000 millones de euros en nuestra economía: con ampliaciones de plantas, nuevas instalaciones o el compromiso para fabricar sus nuevos modelos. Los cálculos de la patronal apuntan a la creación de unos 6.000 puestos de trabajo durante los próximos cinco años.
Son números, en efecto, muy alejados de los 18.000 millones que prometía Adelson. Sin embargo, eso no ha evitado que políticos de todos los partidos se fotografiasen en estas instalaciones y celebrasen la noticia de estas inversiones. Mientras, Eurovegas ha sido objeto de sospecha desde el mismo momento en que anunció sus planes.
250.000 empleos
El proyecto de Las Vegas Sands, básicamente, suponía la construcción de doce grandes hoteles de unas 3.000 habitaciones cada uno. Actualmente, el mayor hotel de España es un complejo vacacional en Tenerife, tiene 1.136 habitaciones, mientras que el mayor de la Comunidad de Madrid tiene 869.
La cifra más espectacular era la de empleo que se esperaba crear: las estimaciones de Las Vegas Sands, que la Comunidad de Madrid había dado por buenas, hablaban de hasta 250.000 empleos entre directos e indirectos.
La magnitud de los números hacía que llegasen a sonar hasta disparatados, pero lo cierto es que atendiendo a la experiencia de la propia compañía en otro de sus proyectos estrella, el Marina Bay Sands de Singapur, era más que posible: el resort en la ciudad–estado ha creado unos 30.000 puestos de trabajo.
Si tenemos en cuenta que el proyecto en Madrid suponía doce hoteles del tamaño del singapurense y aún suponiendo que habría economías de escala –es decir, que al acumular más hoteles la creación de puestos de trabajo por cada uno sería menor- la cifra de 250.000 puestos de trabajo no resultaba descabellada, en absoluto.
15.500 millones en turismo
A pesar de que se ha tratado de transmitir a la opinión pública que el proyecto era un inmenso casino, lo cierto es que el negocio de Las Vegas Sands "no es promover el vicio", como dijo uno de sus directivos en Madrid, sino el turismo, especialmente el de incentivos, convenciones y congresos.
Un estudio de Las Vegas Sands había cifrado en 15.500 millones de euros el impacto que podría haber tenido el complejo en el sector turístico español. La cantidad salía de los grandes resultados que lograría el complejo: cuarenta millones de pernoctaciones y once millones de visitantes únicos.
Además, el impacto de Eurovegas iba a ir más allá de los límites del propio complejo: según el cálculo de la propia empresa el 17% de esas pernoctaciones se iban a producir en hoteles fuera de los doce del propio proyecto.
Otro aspecto interesante es que el turista atraído por Eurovegas iba a ser, en contra de lo dicho por muchos para desprestigiar el proyecto, de calidad, y con una capacidad de gasto muy superior al que actualmente reciben Madrid o Barcelona, concretamente un 150% más. Es, de hecho, lo que ya ocurre en los proyectos internacionales de la compañía de Adelson o incluso en sus hoteles en Las Vegas.
Durante la construcción
Todos estos datos que estamos ofreciendo se refieren al proyecto una vez en marcha, pero también hay que tener en cuenta el impulso que podría suponer para el sector de la construcción, uno de los más castigados por la crisis.
La cifras que se manejan hablan de la creación de unos 20.000 empleos directos. Hay que tener en cuenta, de nuevo, la magnitud del proyecto y su extensión en el tiempo: los planes de Las Vegas Sands suponían construir el proyecto en tres fases, con cuatro hoteles en cada una.
La construcción de cada una de estas fases iba a llevar unos cuatro años. Al final de cada una de ellas, y ya puesta en funcionamiento, se pondría en marcha la ejecución de la siguiente. En definitiva, la creación de empleo en la construcción no iba a ser puntual, sino que se iba a prolongar durante 12 años.