Durante la tarde y la madrugada de este martes se vivieron en las calles de la región argentina de Córdoba horas de verdadero pánico. "Señora, estamos acuartelados. Enciérrese en su casa", fue la respuesta que una operadora policial del servicio de emergencias le dio a una vecina de un barrio cordobés ante el temor de ser asaltada.
Este martes, el 90% de los agentes de policía de la provincia -que suma aproximadamente 22.000 efectivos- decidieron no trabajar en protesta para pedir mejoras salariales. Fue el momento que utilizaron los delincuentes para, en una provincia sin seguridad, llevar a cabo todo tipo de fechorías.
Unos quince supermercados de la periferia de Córdoba sufrieron saqueos o ataques a pedradas contra sus vidrieras, según el diario Clarín. A medida que acechaba la noche el vandalismo y la violencia se hacían con las calles de Córdoba. La gravedad de la situación obligó a suspender, este miércoles, las clases, no habrá transporte, bancos y las oficinas públicas no atenderán a nadie.
Los disturbios se extendieron a todo tipo de establecimientos. Por ejemplo, un local de Carrefour Express ubicado en el centro, decidió cerrar y recibió una lluvia de piedras. Los saqueadores robaron de todo, desde electrodomésticos hasta comida, sin que las fuerzas de seguridad del estado actuaran. "Estoy de guardia, vi una moto sospechosa que pasó varias veces", decía a Clarín el dueño de una tienda de ultramarinos.
Las horas de caos vividas en Córdoba, además de destrozos y robos, han dejado una víctima mortal, más de 60 heridos y decenas de detenidos. El fallecido era un joven de 20 años que murió esta madrugada en un hospital como consecuencia de un disparo recibido durante la ola de robos.