Desde que la familia Kirchner ostenta el poder de la República Argentina, cada año, cuando se presentan las declaraciones juradas de sus bienes, ocurre lo mismo: la oposición exige que explique el origen de su fortuna. Y es que la familia peronista es el mejor ejemplo de que el poder enriquece.
La última declaración jurada de Cristina Kirchner, correspondiente a 2012, confirma la regla de los últimos ejercicios, según publica el diario Clarín. A nombre de la Presidenta peronista figuran doce pisos, cinco casas, cinco lotes y cuatro locales. De todos estos inmuebles, dos se sitúan en la Ciudad de Buenos Aires y el resto en Santa Cruz.
En Santa Cruz, su provincia de adopción situada al sur en la zona de la Patagonia, Kirchner cuenta con quince propiedades en Río Gallegos y nueve en El Calafate, donde se encuentra el espectacular Perito Moreno. Salvo uno de los apartamentos de la capital argentina y una casa en Santa Cruz, compradas con "Ingresos Propios", el resto figura como herencia tras la muerte de su marido. De todas estas propiedades, la presidenta argentina declara ser titular del 50%, del resto son sus hijos los propietarios.
El monto total de las propiedades apenas supera los 13 millones de pesos. Esto ocurre por algunas valoraciones que suelen tomarse para las declaraciones fiscales, pero que nada tienen que ver con el valor real de mercado. Es decir, en la práctica, Cristina es mucho más rica de lo que dicen los documentos oficiales.