Los partidos políticos en España, al igual que otras organizaciones privadas, como es el caso de patronal y sindicatos, viven casi exclusivamente del maná público. Es decir, de los impuestos que pagan familias y empresas. Según el último informe del Tribunal de Cuentas, las principales formaciones ingresaron un total de 850 millones de euros en subvenciones entre 2009 y 2011, mientras que sus simpatizantes (afiliados y donantes) apenas aportaron 200 millones.
Así pues, los distintos partidos tan sólo reciben de sus simpatizantes el 20% de sus ingresos totales, ya que el resto procede, directamente, del erario público. Y ello, sin contar los créditos concedidos por bancos y cajas -en muchas ocasiones, en condiciones ventajosas-. Cantidades que, sin embargo, no han evitado que 17 organizaciones se encontrasen en situación de quiebra técnica en 2011, ya que el valor de sus pasivos supera al de sus activos, registrando así patrimonio neto negativo. Esto da buena cuenta de la mala gestión económica que desesmpeñan dichas organizaciones, al gastar mucho más de los que ingresan de forma recurrente. De hecho, esta situación no es nueva. Son numerosos los partidos que año tras año presentan este desequilibrio en su balance.
Pero si se amplía la perspectiva temporal, la factura es mucho más abultada. En concreto, los partidos políticos han recibido casi 3.430 millones de euros en subvenciones desde 1990 para cubrir, únicamente, sus gastos corrientes, excluyendo, por tanto, las ayudas extraordinarias derivadas de los resultados electorales. Dicho de otro modo, los contribuyentes han aportado más de 3.400 millones de euros para sufragar el funcionamiento ordinario (el día a día) de estas formaciones en los últimos 22 años, tal y como desvela, entre otras curiosidades, el siguiente gráfico elaborado por Perpe.
Fuente: blog de Perpe.
Dicha cantidad equivale a una factura media de 156 millones al año. Además, estas subvenciones han crecido a un ritmo del 5,3% anual, muy por encima de la inflación media en este período (3,3%), y sólo cayeron algo en 2010 (-1,8%). Por otro lado, PP, PSOE e IU aglutinaron el grueso de estas ayudas, acaparando el 72% de la financiación pública en 2011. En concreto, el PP ha ingresado por este concepto 1.193 millones de euros desde 1990, el PSOE otros 1.108 millones e IU unos 194.
Los partidos no padecen la crisis
Por último, llama la atención que mientras la crisis ha golpeado a empresas, familias e incluso algunas administraciones públicas, los partidos no sólo han mantenido intactos sus ingresos sino que incluso los han aumentado.
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En 2008, penúltima cita electoral, las formaciones gestionaron un total de 600 millones de euros: 300 millones en subvenciones públicas (incluyendo ayudas electorales), 77 millones por vía privada y 224 millones de deuda viva.
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En 2011, último año de elecciones generales, esta cuantía ascendió a un total de 656 millones, un 9,3% más respecto a 2008 a pesar de la crisis económica: 316 millones en subvenciones (un aumento del 5,3%), 69 millones por vía privada (-10,4%) y casi 271 millones de crédito bancario (21% más).
En concreto, en 2008, el PP manejó un total de 182,2 millones, repartidos entre subvenciones públicas (108,3 millones), recursos privados (14,13) y créditos bancarios (59,5); mientras que el PSOE gestionó algo más de 194 millones de euros durante ese mismo ejercicio: casi 97 millones en subvenciones, otros 30 millones de recursos privados y 68 millones de deuda viva.
En 2011, el PP manejó un total de 207,4 millones de euros, un 13,8% más durante la crisis: 113,8 millones en subvenciones públicas (+5,1%), 15,6 millones por vía privada (+10,6%), y 78 millones de deuda (+31%); en el caso del PSOE, por el contrario, sus recursos totales ascendieron a 192 millones, tan sólo un 1% menos que en 2008, pero debido, exclusivamente, al descenso de cuotas de afiliados y donaciones: 99,1 millones en subvenciones (+2,2%), 22,8 millones por vía privada (-24%) y una deuda viva de 70,1 millones (+3,1%).