El ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, ha asegurado que el Gobierno cambiará la ley de estabilidad a través de una enmienda en otra norma para que los ayuntamientos que están en superávit puedan empezar a hacer inversiones con ese remanente.
Así lo ha señalado Montoro durante la inauguración de la II Cumbre Político-Empresarial organizada por la Plataforma Multisectorial contra la Morosidad, donde también ha dicho que este jueves la Comisión Delegada de Asuntos Económicos aprobará el tercer y último plan de proveedores. "No va a hacer falta más", ha señalado el ministro, tras asegurar que con este último plan se conseguirá que las administraciones estén al día antes de que acabe el año. Además, tal y como ha dicho el ministro, el nuevo plan no aflorará déficit ni elevará la deuda, sólo acortará plazos de tesorería.
De hecho, Montoro ha asegurado que puede decir "con propiedad" que no quedan facturas en el cajón en ninguna administración, y ha resaltado la importancia de erradicar "la práctica inasumible" que supone "fiar" a una administración. El ministro ha recordado que el Gobierno puso en marcha el primer plan de pago a proveedores para movilizar 28.000 millones cuando el país estaba "a un tris de irse". "¿Qué hubiera pasado si no lo hubiéramos hecho?", se ha preguntado.
Por otro lado, el titular de la cartera de Hacienda ha recordado que antes de que acabe el año se aprobarán otras dos leyes importantes en este sentido: la factura electrónica y la ley de deuda comercial, que limita el uso de esta deuda reconocida y no liquidada. "El peor de los mundos", ha dicho. La ley establece un sistema que obliga a publicar el plazo medio de pago a los proveedores y obliga al Estado a suplir el pago si la administración correspondiente no puede asumirlo, lo que garantiza que ninguna administración se beneficiará de los aplazamientos a los proveedores.
Pronto volverá el crédito
Según Montoro, lo que no es "asumible" es que haya "excesivos plazos de pago" que acaban convirtiéndose en un "obstáculo" para la recuperación económica, sobre todo teniendo en cuenta la "insuficiencia financiera" que sufren las pequeñas y medianas empresas. En su opinión, todas las políticas que se pongan en marcha tienen que estimular a los emprendedores y mejorar la capacidad financiera de las pymes, sobre todo en un momento en el que el sector financiero no es capaz de dar crédito, aunque esta variable comenzará a fluir "pronto".