El Banco de España estima que la banca española tendrá que realizar provisiones adicionales por un importe cercano a los 5.000 millones de euros ante los nuevos criterios sobre crédito refinanciado, según el último informe de estabilidad financiera del supervisor. Esta cifra, según los primeros resultados provisionales recibidos el pasado 15 de septiembre con datos a marzo de este año, coincide con la adelantada en octubre por el Gobierno, que rebajó así los 10.000 millones en provisiones adicionales que se estimaron en un principio.
No obstante, el organismo liderado por Luis María Linde subraya que esta cifra podría estar sujeta a cambios derivados de la segunda fase del proceso de revisión de refinanciaciones, pues la banca remitió los datos definitivos el pasado 30 de septiembre. El supervisor aclara que estas provisiones serán asumibles por las entidades en sus cuentas de pérdidas y ganancias.
Tras la revisión de las reclasificaciones con el fin de homogeneizar estas carteras, el Banco de España calcula que el importe de activos normales dentro de refinanciaciones descendería de los 73.557 millones a 48.193 millones, en tanto que los dudosos se elevarían desde los 71.660 millones a los 92.224 millones. Los préstamos refinanciados clasificados como subestándar pasarían de los 37.218 millones a los 40.888 millones.
"Se produce una relevante reclasificación desde la categoría normal a dudosos", sentencia el Banco de España en un epígrafe dedicado a este tema. Así pues, se produce una "fuerte caída" de la cartera normal (35%), un "incremento moderado" en la categoría subestándar (10%) y un "aumento significativo" de la dudosa (29%). En el segmento de promoción inmobiliaria esta reclasificación se observa de forma "más visible", puesto que los activos normales descienden más del 50%, mientras que para el resto de sectores la caída se queda en un tercio.
Crédito promotor
De hecho, la información revelada por las entidades muestra que el porcentaje de préstamos refinanciados supone el 45% del total financiado en el sector promotor, frente al 12% de las grandes empresas, el 16% de las pymes y el 10% en hipotecas minoristas. Para el Banco de España, este proceso de reclasificación de operaciones refinanciadas y reestructuradas denota que la banca ha comunicado un "alto reconocimiento" del deterioro del riesgo de crédito.