A pesar de los numerosos "nubarrones" que aún amenazan la recuperación, la economía española comienza a ganar "creyentes" en su capacidad de emerger de la crisis provocada por el estallido de la burbuja inmobiliaria, según el diario estadounidense 'The New York Times', que destaca la entrada de Bill Gates en el capital de una constructora como FCC y los últimos datos de inversión extranjera en el país, que aumentó un 126% hasta julio.
En este sentido, el artículo del rotativo neoyorquino señala que la inversión de Bill Gates y el anuncio por parte del Banco de España, prácticamente al mismo tiempo, de que España volvió a crecer en el tercer trimestre "parecieron confirmar lo que muchos ejecutivos y el Gobierno de Mario Rajoy venían reclamando desde hace meses: que España merece tener de nuevo un lugar bajo el sol".
Así, a pesar de recordar que "numerosos nubarrones" todavía amenazan la recuperación, incluyendo un elevado nivel de paro y el anémico ritmo de crecimiento previsto para los próximos trimestres, el periódico pone de manifiesto que llamativo cambio experimentado en la confianza de los inversores. "Lo que es realmente destacable es que de repente España está de moda, cuando hasta hace poco olía a gato encerrado para los inversores", señala a 'The New York Times' Gonzalo Díaz-Rato, quien asesora a fondos internacionales a la hora de invertir en activos españoles.
En este sentido, el periódico recuerda que recientemente el presidente del Santander, Emilio Botín, afirmó en Nueva York que España se encuentra "en un momento fantástico" y el dinero "llega de todas partes", algo que parecen corroborar los datos de inversión extranjera en el país hasta julio publicados por el Banco de España, que aumentó un 126%, hasta 17.000 millones de euros, frente a los 21.000 millones en todo 2012.
Por su parte, Ignacio de la Torre, socio de la gestora de activos Arcano apunta al rotativo que "España se encuentra en posición de lograr una recuperación a la alemana". De este modo, el Gobierno ha recuperado los planes de privatización de activos públicos, que había quedado aparcado ante la severidad de la crisis y la escasa predisposición de los mercados hacia España, incluyendo la venta de una participación mayoritaria de AENA.
No obstante, algunos economistas se muestran escépticos sobre la recuperación de España, como en el caso de Simon Tilford, del Centro para la Reforma de Europa, quien considera que España pretende realizar al mismo tiempo dos acciones "contradictorias" como acometer una devaluación interna para ganar competitividad, a la vez que trata de mantener la sostenibilidad de su deuda.