¿Truco o trato? Ésta fue, sin duda, la frase que más se escuchó en la noche del jueves en los países anglosajones. Cada año, la fiesta de Halloween mueve en EEUU, país referencia, millones de dólares.
Según su Federación Nacional de Retail, se estima que los estadounidenses se han gastado este año 2.600 millones de dólares en disfraces de Halloween, de los que 1.000 millones corresponden a los trajes infantiles, 1.200 a los de adultos y el resto a disfraces para mascotas, una tendencia cada vez más de moda. De media, según la encuesta, cada estadounidense se gastó unos 75 dólares entre dulces disfraces y decoración. En total, la federación de comercio minorista del país estima que el día de ayer movió en torno a 6.900 millones de dólares.
Halloween es una costumbre de gran tradición al otro lado del Atlántico y cada año gana más adeptos en otros países. En España, la noche de los muertos se ha convertido en una fiesta tan celebrada como los tradicionales carnavales. Las tiendas y restaurantes engalanan sus establecimientos con telas de araña, calaveras y calabazas, al más puro estilo yanqui. Desde hace apenas unos años, las tiendas de disfraces hacen su agosto estos días y los españoles deambulan por las calles vestidos de monstruos, muertos vivientes y fantasmas.
Incidencia económica
Es complicado estimar datos económicos exactos de un día puntual. Sin embargo, tanto grandes superficies como el sector de la hostelería reconocen que "cada vez se celebra más esta fiesta, la gente sale y gasta dinero".
"Lo positivo es que se ha colocado en el calendario español una fiesta de salir, gastar y disfrutar, contraria totalmente a lo que marcaba la tradición aquí", señala a Libre Mercado el secretario general de la Federación Española de Hostelería, Emilio Gallego. Halloween se ha convertido en "algo parecido a la gala de Nochevieja o Reyes, una noche en la que todo el mundo sale de fiesta", asegura.
En los último años, debido a la influencia de "series o películas anglosajonas", la noche del 31 de octubre al 1 de noviembre ha pasado de ser una fecha de "recogimiento y de pensar en los familiares difuntos" a ser un día en el que la gente "sale a divertirse", asegura el secretario general de la federación de hosteleros. Gallego destaca que "ha sido un cambio cultural tan rápido" que está siendo muy beneficioso para el sector hostelero español. "La gente sale a hacer comidas, a fiestas... Se acuerdan de los difuntos, pero ha pasado a ser un día para disfrutar de la vida".
En cuanto a lo que representa económicamente para el sector del ocio nocturno, Gallego considera este día como "un sábado más, hace que noviembre tenga cinco sábados", lo que repercute positivamente en un sector que ha vivido muy malos momentos durante esta crisis.
La única fiesta que crece a pesar de la crisis
La Alianza Empresarial por el Turismo y el Ocio Nocturno, Pronoche, asegura que en los últimos cinco años se ha duplicado el impacto de Halloween en España. "Es la única celebración que ha crecido a pesar de la crisis", asegura a Libre Mercado Vicente Pizcueta, portavoz de la plataforma.
No obstante, Pizcueta considera que es una fiesta que se celebra fundamentalmente en las grandes ciudades, mientras que en las de menor tamaño lo que se mantiene son las pequeñas fiestas temáticas. La importancia de la celebración de Halloween debe entenderse, según Pizcueta, "por el mayor protagonismo del colectivo de Erasmus en la ciudad, la presión de las modas anglosajonas, el impacto de los estrenos de cine de terror y las series de televisión".
La plataforma calcula que este jueves se celebraron en toda España más de 5.000 grandes fiestas temáticas en locales de ocio, además de unos 30.000 bares y restaurantes que tematizarán sus salones. Todo esto para acoger a los "más de 10 millones de personas que salieron de fiesta" anoche, según los cálculos de Pronoche.