El Banco Central Europeo (BCE) examinará a partir del próximo mes de noviembre y hasta octubre de 2014 la situación de 128 entidades europeas pertenecientes a 18 países de la UE, incluidas 16 españolas, en el marco de su nuevo rol como supervisor bancario dentro del mecanismo único de supervisión, informó la institución, que ha fijado para estas pruebas un umbral de capital mínimo del 8%.
Entre las entidades españolas que, en principio, serían examinadas por el instituto emisor en colaboración con las autoridades nacionales competentes y la consultora Oliver Wyman se encuentran BBVA, Santander, Banco de Sabadell, Banco Financiero y de Ahorros, Banco Mare Nostrum, Banco Popular Español y Bankinter.
Asimismo, también participarían en este ejercicio Ibercaja, La Caixa, Caja España, Cajas Rurales Unidas, Catalunya Banc, Kutxabank, Liberbank, Unicaja, y NCG Banco. No obstante, el BCE indicó que la lista completa de bancos significativos sólo estará preparada en 2014, aunque la institución subrayó que todas las instituciones incluidas entre estas 128 entidades tienen opciones "plausibles" de ser consideradas significativas en el momento de elaborar la lista definitiva.
El instituto emisor subrayó que este ejercicio tiene como objetivos fundamentales la transparencia, mejorando la información disponible a los mercados, el saneamiento, identificando las medidas correctivas necesarias, y la generación de confianza.
"Una única y exhaustiva valoración, uniformemente aplicada a todas las entidades significativas, representativas de alrededor del 85% del sistema bancario de la eurozona representa un importante paso adelante para Europa y para el futuro de la economía del euro", indicó el presidente del BCE, Mario Draghi. "La transparencia será el objetivo primario. Esperamos que esta valoración fortalecerá la confianza del sector privado en la solvencia de los bancos de la eurozona y la calidad de sus balances", añadió.
En este sentido, el BCE informó de que pretende publicar los resultados de estos ejercicios desglosados por países y entidades, así como una serie de recomendaciones, antes de asumir efectivamente su rol como supervisor único en noviembre de 2014.
Umbral mínimo de capital del 8%
El BCE precisó que el umbral mínimo de capital que será empleado en las pruebas ha sido fijado en el 8% de "common equity Tier 1", cantidad que se compone de una ratio del 4,5% de capital básico, a la que se añadirá un 2,5% como "colchón" conservador y un 1% adicional que será exigido a las entidades significativas, el total de las finalmente examinadas por el BCE.
Por otro lado, la institución informó de que la valoración de la calidad de los activos de la banca de la eurozona tomará en cuenta la situación de los balances de las entidades a 31 de diciembre de 2013 e incluirá tanto la exposición a los mercados y al crédito, así como las posiciones fuera de balance.
"Todas las clases de activos, incluyendo préstamos en riesgo de mora, préstamos reestructurados y exposiciones soberanas, serán cubiertas", indicó la institución, que llevará a cabo esta valoración de activos en referencia a definiciones armonizadas.
Asimismo, de manera complementaria a esta valoración de activos, el BCE en colaboración con la Autoridad Bancaria Europa (EBA) llevará a cabo pruebas de estrés a las entidades con el fin de proporcionar una estimación de la capacidad de los bancos de absorber potenciales dificultades. Los detalles de estos test de estrés serán comunicados "a su debido tiempo", añadió el BCE.
Pueden ser necesarias más ayudas públicas
Una vez concluidos los exámenes, el BCE subraya que, allí donde corresponda, deberán adoptarse las medidas correctivas necesarias, bien mediante la recapitalización de bancos, la suspensión del dividendo o desinversiones. En este sentido, la entidad añade que los plazos para aplicar dichas medidas será parte de los resultados de las pruebas.
"Es esencial garantizar que cualquier banco con un modelo de negocio viable, pero que requiera capital adicional por razones prudenciales, sea capaz de obtenerlo en un marco temporal apropiado", subrayó el BCE.
Así, la institución considera que los déficit de capital de las entidades viables deberán ser cubiertos en primer lugar mediante fuentes privadas, aunque en caso de que estas no fueran suficientes o no estuvieran disponibles, "podrían necesitarse recursos públicos".